LOS coches pequeños se quedan sin sitio. Los utilitarios urbanos ven como la evolución en los hábitos de uso les va comiendo terreno. Cada vez son menos los fabricantes dispuestos a cultivar un tipo de automóvil que pierde partidarios y deja un estrecho margen de beneficio debido a su reducido precio. Kia es uno de los pocos que resiste en este nicho del mercado. Es más, lejos de desistir, anuncia la renovación estética del simpático Picanto para final de esta temporada.

Al menor de Kia ya casi no le quedan rivales. El principal es su primo el i10 de Hyundai, con el que comparte estructura y motorizaciones, aunque no estilo. Luego está el Aygo X Cross de Toyota. Varios antiguos competidores han ido causando baja en la categoría. El primero en ausentarse fue el Mini, que hace tiempo dejó de hacer honor a su denominación, al pegar un estirón que disparó también entidad y precio. Fiat ha hecho algo parecido, a menor escala, con el 500, y prepara el renacimiento de un Panda hoy fuera de juego.

A pesar de todo, sigue existiendo una cierta clientela para este tipo de coches sencillos. Son personas y empresas que demandan turismos con proporciones escuetas que faciliten las evoluciones en escenarios urbanos, y con costes de adquisición y utilización contenidos. Precisamente es a ese público a quien dirige Kia la reedición del Picanto, modelo que continúa garantizando un grato desparpajo para maniobrar entre calles y un innegable gancho estético.

La entrega que llegará antes de que concluya el año es una remodelación de la generación vigente. Aunque el notable cambio de aspecto sugiera lo contrario, no hay modificaciones estructurales que permitan considerarla una remesa diferente. Así pues, el modelo respeta los 3,6 metros de eslora, promete cuatro plazas correctas y unos 260 litros de maletero.

En su porte vistoso, condición acentuada con la puesta en escena superior GT-line, destaca el nuevo semblante. Presenta la firma luminosa característica de las creaciones recientes de la firma surcoreana, combinada con el conjunto que conforman la toma de aire frontal, el paragolpes delantero revisado, la peculiar parrilla ‘nariz de tigre’, así como aletas y capó de líneas rotundas. La apariencia puede completarse mediante grupos ópticos led opcionales, con luces de circulación diurna que enfatizan su imagen moderna y tecnológica.

El diseño de la zaga presenta menos diferencias. Muestra una conexión vertical entre los nuevos pilotos y el paragolpes. Recalca su presencia por medio de una firma luminosa posterior diferente.

En la concepción interior destaca la presencia de una gran pantalla.

La concepción interior presenta pocas innovaciones. Eso sí, la siguiente remesa se caracteriza por emplear materiales más sostenibles en la confección de la cabina. El Picanto va a incorporar de serie una pantalla digital de alta resolución de 4,2 pulgadas (11 cm) en el cuadro de mandos y otra pantalla táctil flotante de 8 pulgadas (20 cm) coronando el salpicadero. Este segundo sistema multimedia, idóneo para la navegación, admite conexión Bluetooth múltiple, lo que permite vincular hasta dos dispositivos móviles al mismo tiempo; es compatible con Apple CarPlay y Android Auto.

El Picanto que viene reduce su oferta motriz al prescindir del motor gasolina turboalimentado de cien caballos. En consecuencia, propondrá dos posibilidades de elección menos temperamentales, pero más austeras y eficientes. La primera la brinda el bloque tricilíndrico de un litro, con 67 CV. La otra, algo más solvente, es la del cuatro cilindros de 1,2 litros que procura 84 CV. En esta entrega del utilitario, ambos motores atmosféricos de gasolina incorporan conductos de recirculación de gases de escape mejorados y un ajuste optimizado de las válvulas de admisión.

Una y otra motorización se pueden asociar tanto a caja de cambios manual convencional de cinco marchas como a la variante de la misma automatizada. Kia encomia la capacidad de la misma para combinar la eficiencia de combustible de una transmisión manual con la comodidad de una automática, virtud que facilita mucho la conducción urbana.

La manejabilidad del pequeño de Kia queda garantizada por su corto radio de giro. Además, contará con vectorización del par en frenada, una función adicional del sistema de control electrónico de estabilidad (ESC). Esta tecnología permite que un modelo escueto, perteneciente al llamado segmento A, alcance un mayor grado de agilidad y estabilidad en las curvas, reduciendo de paso la tendencia a subvirar (irse recto) en los giros más cerrados.

El Picanto promete la misma seguridad que sus mayores

El Picanto se reivindica como automóvil plenamente seguro. Avala esa condición equipando de serie sistemas de gestión de la estabilidad del vehículo, de control de frenada en curva y de estabilidad en recta. Son recursos propios de otros Kia superiores que ayudan a mantener el control en frenadas y curvas. Además, el menor de la casa contará con hasta seis airbags, anclajes Isofix para asientos infantiles, aviso de frenada de emergencia (enciende automáticamente los cuatro intermitentes), y asistente de salida en pendiente (mantiene el coche frenado hasta iniciar la marcha). Incluye de serie la garantía de 7 años o 150.000 kilómetros.

Kia propiciará completar las dotaciones solicitando asistente de ángulo muerto, detectores de fatiga y de cambio involuntario de carril, reconocimiento de límites de velocidad y asistencia para seguimiento de trayectoria (utiliza la cámara frontal para detectar las marcas viales, controlar la dirección y permanecer en el centro de su carril). Asimismo, contempla la posibilidad de incorporar asistente de prevención de colisión con tráfico trasero cruzado que, al abandonar marcha atrás una plaza de aparcamiento, alerta al conductor y detiene el vehículo si detecta otro acercándose. l