El enfant terrible de nuestras pasarelas sigue creciendo día a día. Estudió patronaje, un master de moda y pasó por el Central Sain’t Martins de Londres. Formó parte de los equipos de varias firmas hasta que decidió crear la suya propia. Ha ganado premios y certámenes. Y, lo que es más importante, ha sido capaz de superar el huracán de la pandemía con una empresa incipiente.

¿Qué es el talento?

Para mí el talento consiste en tener una especie de chispa dentro. Pero es preciso ir trabajándola, nutriéndola y formándola a lo largo del tiempo. El talento es esa chispa que cada uno tenemos en nuestro sector o en lo que nos apasiona. Pero luego hay que ir educándola para que realmente pueda llegar a convertirse en lo que significa la palabra talento.

¿Cuándo se da cuenta de que su talento está enfocado hacia la moda?

Me di cuenta desde pequeño. Veía que la moda, o lo creativo, era lo mío. No tenía claro desde pequeño que fuera a ser diseñador pero percibí que la creatividad me encantaba y que tenía más desarrollado eso que otras cosas. Además, en casa siempre he visto algo relacionado con el mundo de la moda. Ahí fue alimentándose y, poco a poco, fue despertando esa chispa. Decidí formarme, hice bachiller artístico, estudié moda. En ese momento fue cuando realmente me di cuenta de que la moda era mi pasión. Lo artístico ya lo tenía, ya estaba dentro. Me faltaba desarrollarlo y conocer las tripas de este mundo de la moda para saber si me apasionaba o no. Ahora lo alimento diariamente. Creo que es una profesión que, como todo, como el cuerpo, hay que alimentar todos los días.

Si no lo alimenta, acaba muriendo...

Así es. Me encanta el hecho de seguir investigando en mi sector. Es una profesión en la que jamás dejas de aprender: siempre surgen técnicas nuevas, tejidos innovadores, tendencias…Tienes que estar continuamente alimentando y desarrollando tu talento. Y, sobre todo, nutrirte de cosas que te interesen, en mi caso cosas bellas como exposiciones, viajes, búsqueda de texturas, colores, formas, para luego poder desarrollar.

¿El talento crece mejor independiente o dentro de una gran corporación?

Una gran empresa te pone el camino más fácil. Pero opino que una persona es más creativa cuando lo tiene más difícil. Es lo que dice mi experiencia, aunque no he tenido la suerte de trabajar para una gran firma como Chanel, Balenciaga o L’Oréal. Creo que no contar con demasiados recursos te obliga a desarrollar más la búsqueda de medios o materiales. Le das más a la cabeza. Cuando te lo ponen todo muy fácil, el camino lo tienes más sencillo. Por contra, uno se exprime más cuanto con menos recursos cuenta. Cuando empecé mis primeras colecciones acudía a tiendas de stocks o mercadillos donde había prendas en desuso que descosía para sacar de ahí las piezas. Por supuesto, resulta mucho más sencillo trabajar para Dior, por ejemplo, porque lo tienes todo; si quieres un tejido realizado en alambre de metal, aparece encima de la mesa sin probelama. Pero creo que no disponer de esas opciones también es bonito.

Las grandes firmas también tienen su otra parte.

Eso es. El hecho de estar creando diez colecciones cada temporada, por ejemplo. Me parece que es un ritmo que, al final, termina generando grietas. Y hay quien acaba dejando la firma, o bueno, hay casos en los que terminan, desgraciadamente, muy mal. El talento exprimido es como cuando fuerzas mucho un coche. Estar continuamente pisando el acelerador causa averías. Además, las tendencias o los estilos son muy cambiantes hoy en día. No es como en la época de Balenciaga o de Yves Saint Laurent, que cada uno tenía su propio estilo y perduraba en el tiempo. Y eso era lo que atraía a las clientas. Hoy puede suceder que un día seas lo más y otro día no sirvas absolutamente para nada. Por muy talentoso que seas. A veces, las modas te dejan y te quitan ese valor de talento y te quedas fuera del mercado.La moda pasa, el estilo permanece. Esa es una gran frase que es de las más ciertas en lo que se refiere a la moda.

¿Cuánto se exige a sí mismo alguien cuando es consciente de que tiene talento para algo en concreto?

En mi caso, muchísimo. Tengo que reconocer que me considero, como dicen mis amigos, un adicto al trabajo. La marca es como mi hijo, es mi pasión, es mi lugar y mi creación desde cero. Por suerte, muchos familiares o amigos también hacen que dejes de pisar tanto el acelerador. De otro modo entras en un bucle y vives para trabajar en vez de disfrutar. Eso también depende de la personalidad de cada uno. Pero, en ocasiones, me da un poco miedo, y le pregunto a mi compañera si voy a estar toda la vida así. La verdad es que, para mí, tiene su recompensa

¿Cómo considera que se encuentra el sector de la moda en en Euskadi?

Hay muchísimo talento. Gente que ha salido de la nada y lo hace muy bien. Quizá seamos un sector que estemos un poquito apartados, un poco olvidados. Pero bueno, como es muy pasional, al final nosotros seguimos trabajando con muchas ganas.