Un tablero, tarjetas con preguntas, un cronómetro, un dado, quesitos y fichas portaquesitos. Cada celda lleva el color del tipo de pregunta que hay que contestar si se cae en ella: azul, Geografía; marrón, Arte y Literatura; amarillo, Historia; rosa, Espectáculos; verde, Ciencia y Naturaleza; y naranja, Deportes y Pasatiempos. El jugador con la tirada más alta empieza el juego y la ficha con forma de queso se mueve por cualquier lado del tablero. Si se responde correctamente, se avanza con ayuda del dado; en caso contrario, se pierde el turno. El objetivo final consiste en acertar el máximo número de preguntas posibles para conseguir todos los quesitos de colores. Queda una prueba más, la última: responder a la pregunta del centro del tablero. En caso de acierto, la partida habrá terminado. 

¿Quién no ha jugado alguna vez al Trivial Pursuit o, en su defecto, a alguna de las muchas variantes que se han hecho del mítico juego de mesa? Con permiso del Monopoly o del Scattergories, muy recordado por su genial anunció de televisión ("pulpo como animal de compañía"), el Trivial es uno de los juegos favoritos de siempre, un clásico que no pasa de moda y entretiene en cualquier momento. El nacimiento y posterior desarrollo de uno de los juegos de mesa más icónicos y replicados de la historia es bien curioso.  

Conexión andaluza

Sus creadores son canadienses: el periodista deportivo Scott Abott y el fotógrafo Chris Haney, de la revista Montreal Gazette. Según descubrió un investigador inglés, David Baird, ambos le dieron forma al famoso juego de preguntas y respuestas en la localidad malagueña de Nerja, conocido también como el Balcón de Europa por sus impresionantes vistas sobre el mar Mediterráneo. Los jóvenes periodistas canadienses estaban pasando sus vacaciones de verano en la provincia de Málaga. Corría el año 1979 cuando, sin saberlo, revolucionaron el mundo de los juegos de mesa; la ocurrencia, no obstante, tardaría un tiempo en cuajar. Dicen que el mirador nerjeño, conocido en el pueblo como 'la reola', se parece a los quesitos del Trivial. Pregunta: "¿Dónde se inventó el juego de mesa Trivial Pursuit?". Respuesta correcta: "Nerja". 

Quesito a quesito

Tres años después de las visionarias vacaciones en el sur del Estado español, Abbot y Haney presentaron su proyecto en la Feria Internacional de Juguete de Nueva York de 1982. Anteriormente, habían creado un prototipo en Canadá con la esperanza de que la idea que brotó en la costa andaluza pudiera tener recorrido comercial. Vendieron unas mil unidades. Después de su paso por la feria neoyorquina pensaron que habían dado con el producto idóneo y que iban a reventar el mercado. El boom tardó algo más de lo esperado. Igual que con los quesitos de colores del Trivial, tendrían que ir recolectando los frutos con paciencia y determinación.   

1984: año clave

Fue el despegue definitivo. Los jóvenes emprendedores canadienses, aficionados a los juegos de mesa y que, según cuentan, se enzarzaban entre ellos en partidas interminables, lograron que en 1984 una distribuidora se encargase de colocar los primeros Trivial en las principales tiendas de Estados Unidos. Al fin, el juego de mesa se hizo enormemente popular entre la población estadounidense y lograron captar la atención de las familias norteamericanas. Se calcula que solo en cinco años vendieron hasta 20 millones de ejemplares. El negocio de aquellos dos fanáticos de los juegos de mesa terminó triunfando. 

Éxito internacional

El Trivial dio el salto al resto del mundo, ya de la mano de la juguetera multinacional Parquer Brothers, la empresa detrás de otros exitosos juegos como el Risk, Cluedo o Monopoly. Años más tarde, la histórica empresa de juguetes fue absorbida por un gigante del sector: Hasbro. Los números del Trivial Pursuit son impresionantes: más de 100 millones de unidades despachadas en todo el planeta, traducido a 17 idiomas y presente en 26 países. Desde los 90, los fans del Trivial son legión. Es muy habitual que los hogares familiares dispongan de alguna de las versiones del juego. Esta es otra novedad asociada al siglo XXI: además del tradicional formato de juego de mesa, en los últimos tiempos se ha adaptado en modo online y en consolas de videojuegos.  

Trivial de viaje

Es curioso cómo un juego diseñado para pasar un buen rato en nuestras casas cambia de escenario y puede ser utilizado en otro ámbito. Los viajes son uno de los placeres que más se han democratizado y expandido en los últimos años. Antes de conocer nuevos destinos, se puede amenizar el trayecto con un juego de mesa. El trivial también ha hallado su nicho de mercado fuera de la mesa del comedor. Trivia de Viaje es una lata pequeña y transportable de color verde con un total de 50 preguntas que, afirman sus creadores, "rompen el cerebro".