La recaudación fiscal de las tres haciendas vascas marcó el año pasado nuevo récord y creció más de lo previsto al superar los 18.212 millones de euros, es decir, 1.081 millones más que en 2022, lo que supone un aumento del 6,3%. Con estas cifras se mejora la última previsión del Consejo Vasco de Finanzas (CVF), que el pasado octubre estimó que las arcas públicas cerrarían 2023 con una recaudación de 18.102 millones, es decir 100 millones menos de lo finalmente ingresado.

De cara a 2024, el Consejo calcula que las haciendas vascas ingresarán 19.000 millones: 2.960 en Araba, 9.829 en Bizkaia y 6.210 en Gipuzkoa. El año pasado la recaudación creció en los tres territorios, aunque en Araba el aumento de ingresos (+4,1%) no fue tan intenso como en Gipuzkoa, donde la subida fue del 6,5 %, y sobre todo en Bizkaia, con un alza del 6,9%.

En este último territorio, 2023 se cerró con una recaudación neta récord de 9.411 millones de euros, es decir 607,5 millones más respecto al ejercicio anterior. Crecieron sobre todo los ingresos por impuestos directos, que aportaron 4.875 millones, lo que supone un incremento del 11,4% respecto al año pasado. En este apartado destaca el aumento del 8,1% en el IRPF, con 3.640 millones de euros, y la subida del 11,6% en las retenciones de las rentas de trabajo, un concepto directamente relacionado con el buen momento del mercado laboral.

Por su parte, la Hacienda de Gipuzkoa ingresó el año pasado 5.960 millones, lo que implica un incremento del 6,5% respecto al ejercicio anterior y 362,2 millones más, gracias sobre todo a los impuestos directos que crecieron un 13,1% y aportaron 2.970,5 millones, ya que los indirectos subieron un 2,4 % hasta los 2.257 millones.

En Araba, la recaudación fiscal también creció a buen ritmo el año pasado pero no lo hizo con tanta intensidad como en Bizkaia y Gipuzkoa. Así, la Hacienda alavesa ingresó 2.841,1 millones el año pasado, 112 más que en 2022, lo que supone un incremento del 4,1%. Al igual que en los otros dos territorios los impuestos directos tuvieron un incremento mucho mayor que los indirectos, ya que los primeros crecieron un 8,8 %, hasta los 1.420 millones, y los segundos solo un 1,9 %, hasta los 1.074.