La asamblea general de Konfekoop aprobó ayer miércoles por unanimidad su reincorporación a Cepes, la Confederación Empresarial Española de Economía Social de la que había salido para abordar su proyecto de reestructuración.

Esta decisión se adoptó en un momento en que la presidenta de la confederación vasca, Rosa Lavín, calificó de “favorable” para el mundo cooperativo ante las oportunidades que ofrece “un tiempo de incertidumbre, pero también de ocasiones”.

Las previsiones de Konfekoop apuntan a un ejercicio positivo en el que las cooperativas asociadas crecerán tanto en número con en empleo generado. A este respecto, Lavín destacó la capacidad del movimiento cooperativo de crear puestos de trabajo “dignos y de calidad” que, a su vez, permite que “los jóvenes no se vayan” con lo que se contribuye al arraigo del tejido empresarial en Euskadi.

En esta “nueva realidad”, la presidenta de Konfekoop abogó por “quitarse las viejas lentes de cuando sólo existía una forma de hacer empresa” e incorporar al modelo cooperativo. En este punto, incidió en una vieja reivindicación de este modelo empresarial como es su presencia en Lanbide y en cuantos órganos de decisión trabajen en Euskadi.

Transición energética

La asamblea general de Konfekoop contó con la intervención de Iván Marten, presidente del Instituto Vasco de la Competitividad Orkestra, quien abordó la transición energética y su impacto en la competitividad empresarial de Euskadi.

Marten, quien comenzó su ponencia definiéndose como un “gran convencido de las bondades de las cooperativas”, recomendó a los presentes que aprovechen las oportunidades que ofrece la transición energética “redefiniendo el negocio”. Según señaló, “hay que correr para quedarse en el mismo lugar”.

También aconsejó generar el músculo financiero para acometer proyectos de calado, e incrementar la presencia institucional. En este punto, incidió en la necesidad de que las administraciones vean la movimiento cooperativo como “creadores de empleo, riqueza y bienestar”.