La inflación ha batido en marzo un nuevo récord al escalar más de dos puntos y situarse en el 9,8%. Se queda, por lo tanto, rozando los dos dígitos y es la más alta desde 1985, hace 37 años. Al igual que en los meses anteriores, lo que más sube respecto a hace un año es el precio de la luz y los carburantes, pero no son los únicos sectores que están desbocados. La cesta de la compra ha experimentado una importante subida como consecuencia de la guerra de Ucrania que comenzó a finales de febrero, que ha conllevado la subida de los precios energéticos y de muchos otros productos por la falta de materias primas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reconoció ayer miércoles durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados que el IPC de marzo es “un mal dato” que afecta a la economía y a la sociedad. Asimismo, apuntó que en un 73% es atribuible al impacto de la guerra. En este sentido, la vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, asume que la inflación seguirá subiendo.

Los datos adelantados ayer miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que la inflación se ha disparado en marzo hasta el 9,8% respecto al mismo mes del año anterior, 2,2 puntos por encima de la registrada en febrero (7,6 puntos). Asimismo, respecto a la tasa mensual (marzo sobre febrero), la inflación ha subido un 3%, su mayor incremento desde 1977. La inflación suma 13 meses al alza, desde marzo de 2021, una senda solo interrumpida en enero, cuando se moderó cuatro décimas (al 6,1% interanual).

Según el Ministerio de Asuntos Económicos, el 73% del incremento de los precios responde al encarecimiento de la energía y las materias primas. En este sentido, Calviño subrayó que el plan económico aprobado el martes por el Gobierno con diferentes medidas busca dar respuesta a esta situación y poder llegar “cuanto antes” al nivel máximo de los precios e iniciar el descenso a niveles de inflación “más moderados”. Preguntada por cuándo espera la desescalada de precios, la vicepresidenta situó la misma en la limitación del precio a la generación de electricidad a partir del gas.

En este sentido, expresó su confianza en poder contar “en las próximas semanas” con la autorización de la Comisión Europea para poder desvincular este precio del mercado de la electricidad y a partir de ahí iniciar la senda de descenso de los precios. A falta de un día para que acabe marzo, el precio medio de la electricidad de este mes en el mercado mayorista es de 284,77 euros/MWh, un 19% más que el de diciembre, el mes más caro de la historia, y un 42% más que el del mes pasado, al tiempo que sextuplica el precio medio de marzo de 2021.

Los precios de los combustibles también han influido en buena medida en el repunte del IPC en marzo, a la espera de que el INE publique la información detallada de este indicador el próximo 13 de abril. El precio medio del gasóleo tipo A en las gasolineras se situaba ayer miércoles en 1,849 euros por litro, un 23,59% por encima del registrado en la última semana de febrero, y el de la gasolina de 95 octanos era de 1,823 euros por litro, un 13,37 % más.

El encarecimiento de las gasolinas ha estado marcado por la cotización al alza del precio del petróleo Brent, que aumentó un 6,52% en marzo, hasta casi 112 dólares por barril de ayer, si bien el precio máximo de ese mes llegó a 139,1 dólares durante la sesión del 7 de marzo, y el mínimo, a 96,93 dólares el día 16.

Bono de emergencia

Tras conocer los datos del IPC, CCOO pidió al Gobierno que cree un bono de emergencia, con un pago extraordinario de 300 euros, para aliviar la pérdida de poder adquisitivo en salarios bajos, pensiones mínimas o no contributivas, prestaciones y becas generado por la elevada inflación. El bono que reclama serviría para pagar la factura energética, alimentos o alquiler y beneficiaría a casi 9,6 millones de personas, el 64% de ellas mujeres, y costaría 2.870 millones de euros, que se financiarían con el aumento de la recaudación procedente del alza del precio de la energía.

Por su parte, el sindicato CSIF consideró “insoportable” la subida de precios, que “empuja a la exclusión y empobrecimiento a miles de familias”. Por ello, exigió una reunión urgente a la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, para abordar la repercusión de la crisis sobre los servicios que reciben los ciudadanos y el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras de las administraciones públicas.

Varios expertos consultados por Efe coinciden en que se trata de un dato muy preocupante con consecuencias tanto para las familias, por la pérdida de poder adquisitivo y la erosión del valor de los ahorros, como para las empresas, por la pérdida de competitividad y la reducción de la exportaciones. El profesor del IEB Javier Santacruz cree que los precios van a seguir “muy altos” y que “todavía no se ha producido el pico del crecimiento”, aunque asegura que la trayectoria de los precios internacionales de las materias primas y especialmente de la energía “invitan al optimismo”.

El experto del IVIE y catedrático de la Universidad de Valencia, José Manuel Pastor, subraya, por su parte, que “es un dato malísimo” y en su opinión no se puede poner como excusa los precios de la energía, porque “en otros países europeos también ha subido y no hay tasas de inflación tan altas como en España”.