El Museo del Prado exhibirá el ‘Ecce Homo’ de Caravaggio

Considerado uno de los pintores más brillantes del barroco, Caravaggio (Milán, 1571-Porto Ercole, 1610) era amigo de los excesos. Y del crimen, según algunas fuentes. Pero, como reza la expresión popular, tenía una flor en el culo. Y es que no pocos nobles y cardenales (todos poderosísimos) caían rendidos ante su pincel y trataban de mediar con la justicia cuando el milanés se veía envuelto en algún asunto truculento. Eso sí, el reconocimiento del que gozó en vida se esfumó en el momento de su muerte. Cayó en el olvido hasta que en la década de los 50 del caduco siglo pasado un crítico de arte y profesor italiano, Roberto Longhi, reivindicó su obra.

Su caída en el olvido contribuye a que no se tenga constancia de la ubicación de muchas de sus obras. Se calcula que son menos de 70 los caravaggios originales que han llegado a la actualidad. De estos, 20 se conservan en Roma y el último de los óleos atribuidos al autor es este, el Ecce Homo, que reapareció en la casa de subastas Ansorena en 2021. Fue realizado entre los años 1605 y 1609 y, según Europa Press, adornó las estancias reales de Felipe IV de España. Eso sí, en el momento del descubrimiento se consideró que la firma del cuadro pertenecía a un alumno de José de Ribera, aunque diversas instituciones –como la pinacoteca que ahora lo muestra– ya conferían un valor extraordinario al cuadro. Hasta ahora, ha estado al recaudo de la galería italiana en colaboración con Filippo Benappi (Benappi Fine Art) y Andrea Lullo (Lullo Pampoulides).

Además, durante estos últimos tres años el cuadro ha sido sometido a un cuidadoso proceso de restauración en el que han participado el especialista Andrea Cipriani y su equipo y los expertos de la Comunidad de Madrid, que han supervisado el trabajo del italiano, cuyo resultado se recoge en una rica publicación que se pondrá a la venta tras la presentación en sociedad de la obra. Bajo el título Caravaggio: El Ecce Homo desvelado, reúne la perspectiva de destacados expertos en la materia e incluye la interpretación especializada del cuadro realizada por tres de los especialistas que han participado en su restauración.

Precisión quirúrgica

Por otro lado, Miguel Falomir, director del Museo que alojará el cuadro, cuenta los días y las horas para que éste llegue a las salas. “Es una grandísima oportunidad y hay que regocijarse por ello y, sobre todo, celebrar que esta obra tan importante vaya a seguir quedándose en el país y forme parte del acervo cultural español”, se felicita Falomir en una entrevista recogida por la agencia Europa Press. El Prado, por su parte, ha explicado que la restauración del óleo se ha realizado con el máximo rigor. Previamente, Claudio Falcucci –ingeniero nuclear especializado en la aplicación de técnicas científicas al estudio y conservación del patrimonio cultural– llevó a cabo una investigación diagnóstica para determinar el estado de salud del cuadro. A partir de ese momento, cada decisión se ha apoyado en una evaluación exhaustiva de los materiales de la obra y el historial de conservación del cuadro. Entre otras cosas, ha servido para reafirmar la atribución inicial al maestro del barroco italiano.

En el mismo orden de ideas, el estudio de la obra ha corrido a cargo de María Cristina Terzaghi catedrática de Historia del Arte Moderno en la Universidad Roma Tre; Gianni Papi, historiador del arte y escritor, Giuseppe Porzio profesor de Historia del Arte en la Universidad de Nápoles, y Keith Christiansen (comisario del Metropolitan Museum of Art). Cada uno de los expertos ha ofrecido diferentes perspectivas. En concreto, las circunstancias de su descubrimiento, la procedencia, los aspectos estilísticos, técnicos e iconográficos de la obra, su fortuna crítica y el legado del maestro en Nápoles. Los cuatro expertos en Caravaggio y la pintura barroca comparten la misma certeza: “que el Ecce Homo es una obra maestra del artista italiano”.

Representa un pasaje de la pasión de Cristo recogido en el Evangelio de Juan, el instante en el que Poncio Pilatos –gobernador romano de Judea– presenta a Jesús al pueblo con las palabras ecce homo, es decir, “he aquí el hombre”. Los historiadores del arte afirman que el Ecce Homo es un buen ejemplo de la maestría de su autor en el proceso de concepción. Pone de relieve “una ágil composición”, que presenta una escena tridimensional y dinámica, pionera en el ámbito de la representación iconográfica del siglo XVII.