La ampliación del museo de Bellas Artes ha cumplido esta mañana de viernes uno de los hitos destacables de su construcción con la colocación del primer apoyo en forma de 'V' de los seis que aguantarán el nuevo edificio diseñado por Sir Norman Foster bautizado como Agravitas.
Un bloque casi aéreo ya que solo se apoyará en las columnas indicadas por encima del resto de construcciones que componen la pinacoteca bilbaina fechadas en 1945, 1970 y 2001. Este módulo sobresaldrá alrededor de cinco metros sobre la fachada que mira al Parque de Doña Casilda y cubrirá a la vez todo el viejo patio interior del museo ubicado en el lado contrario generando un nuevo atrio acristalado para atender a los visitantes bautizado como plaza Arriaga.
Un acontecimiento constructivo que ha contado con la presencia del lehendakari Iñigo Urkullu acompañado de la diputada general, Elixabete Etxanobe y el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, patronos del museo y el equipo técnico al frente de la ampliación.
La colocación del espectacular apoyo en forma de V, con unas medidas de 11,5 metros de largo y 71 centímetros de diámetro cada una de las columnas, ha sido seguida con expectación por los invitados y por decenas de personas que pasaban por el lugar y se han quedado para ver la maniobra.
Cada uno de estos elementos pesa 30 toneladas y aunque han llegado de fábrica en color blanco finalmente se pintarán de color cobre para engarzarse en el entorno. Todas estas piezas como las que compondrán la estructura de esta especie de txapela que coronará el Museo de Bellas Artes se están construyendo en dos talleres especializados ubicados en Bizkaia y Madrid.
La instalación de esta primera V ha permitido intuir la altura a la que se construirá el nuevo módulo, trece metros por encima del suelo, y cómo parecerá que flota sobre los delgados pero fuertes soportes de acero. De hecho, la construcción se elevará cerca de un metro sobre el tejado del edificio más antiguo del museo.
Al milímetro
Todo el proceso de esta mañana ha servido para entender como los trabajos constructivos van a tener que ejecutarse al milímetro. La razón es que el bloque a levantar no deberá tocar los edificios museísticos inferiores, ni tampoco los árboles de alto porte que se ubican a ambas parte del complejo. Las grúas que se utilicen para instalar los soportes y levantar el edificio puente protagonizarán una "coreografía constructiva", según indicaron fuentes del museo, que además debe convivir con la actividad de visitantes que mantiene la pinacoteca.
"Toda la estructura del módulo contará con 15.000 piezas, y cubrirá una superficie diáfana de 2.000 metros cuadrados"
Tras la instalación las próximas semanas del resto de los cinco apoyos en V darán paso "a varias maniobras espectaculares y criticas", según ha indicado el ingeniero especialista en estructuras, Álvaro Serrano.
Entre ellas ha destacado la colocación de las dos celosías de acero principales que conformarán dos de las paredes del edificio aéreo y que cada una mide 63 metros de longitud. Varias grúas serán las encargadas de esta instalación que se prolongará unos días hasta que quede la estructura totalmente asegurada.
Ha destacado que "toda la estructura que compondrá el módulo contará con 15.000 piezas, cubrirá una superficie diáfana de 2.000 metros cuadrados" en un espacio que es tan largo como la Plaza Nueva de Bilbao. Todo el conjunto del mecano de acero que compondrá el esqueleto del módulo aéreo pesará un total de 1.400 toneladas.
Será a partir de ahora cuando los viandantes que paseen alrededor del museo podrán percibir la evolución de los trabajos ya que quedarán todos a la vista.
Otros datos dados a conocer esta mañana por el director del museo Miguel Zugaza, son cómo se usa en la construcción de la nueva estructura un acero con huella de carbono reducida y se ha priorizado en la producción el uso de materiales reciclados y de energías de origen renovable.
El espíritu verde del proyecto llega al punto de que el acero que se usará para el esqueleto del bloque superior ha sido producido reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero hasta 3.200 toneladas de CO2e, ha destacado Álvaro Serrano, miembro de la dirección facultativa del proyecto.
Casi un año de obras
Desde que comenzaran los trabajos en febrero va ha hacer un año se han acometido múltiples trabajos fuera de la vista de los bilbainos. Así, se han construido los cimientos que aguantarán el peso de todo el nuevo bloque sobre los seis pilares en forma de V, tres a cada lado del edificio más antiguo del museo. Estas bases enterradas la componen micropilotes de hormigón pegados unos a otros que puestos uno detrás de otro todos ellos alcanzaría los 2,5 kilómetros de longitud.
"A finales de este año esperamos recibir el edificio construido en 1970 totalmente reformado"
También se está generando el núcleo de comunicación vertical con ascensores y escaleras que se apoyará sobre el edificio de 1970. Esta construcción en marcha acoge una pantalla estructural de hormigón armado de más de 16 metros de altura que proporcionará también estabilidad a todo el conjunto.
Otros trabajos en marcha son la rehabilitación y el acondicionamiento antiincendio del sótano del complejo museístico para poner en valor todas las obras de arte que se guardan en este espacio.
Según ha indicado esta mañana Miguel Zugaza el calendario sigue las previsiones "mantenemos objetivos en costos y plazos", ha especificado y espera que la finalización de la estructura de cubierta y fachada del módulo aéreo se concrete para finales de este ejercicio.
Después continuarán ejecutándose el resto de frentes del proyecto como la envolvente y las instalaciones de la pieza principal así como la entrega de los trabajos en el resto de edificios reformados. Zugaza ha concretado que "a finales de este año esperamos recibir el edificio construido en 1970 totalmente reformado". Esperaba que la reapertura de toda la pinacoteca con los nuevos espacios generados se lleve a cabo a lo largo de la primavera del año que viene.
