La asociación Mujeres en la Industria Musical (MiM) denuncia el acoso sexual en su sector en la que advierte a los agresores: “Estamos dejando atrás el miedo y la vergüenza, las justificaciones ante actitudes que antes asumíamos como un mal trago”. “Ahora #YaNo pueden darse. Ahora #YaNo quedarán impunes”, concluye este mensaje que transforma el #MeToo del ámbito cinematográfico estadounidense o el #SeAcabó con el que el mundo del fútbol femenino se ha rebelado contra los abusos machistas en las últimas semanas en un nuevo grito aplicado al ámbito de la música.

Esta declaración llega tras la aparición en Instagram de una cuenta con denuncias “que ponen de manifiesto estas situaciones de acoso, agresión y violencia” en este mundo, “numerosas situaciones” que “se han dado a lo largo de los años” y que muestra la necesidad de “un cambio de mentalidad”.

“Es muy difícil denunciar y poner en riesgo tu carrera profesional, denunciar situaciones que han pasado hace años o meses” y que además convierten a las denunciantes “en blanco de la prensa y la sociedad”, subraya la entidad, antes de advertir que solo “hace falta una chispa que encienda la mecha como ha pasado con el fútbol”.

En el caso de los testimonios recogidos en la citada cuenta de Instagram, estos aparecen sin identificar de forma clara ni a los agresores ni a sus víctimas, a las que la asociación ofrece su “respaldo y el apoyo de numerosas compañeras y esperamos que también compañeros” si alguna de esas personas quieren hacer oficial su denuncia.

Según el primer estudio de género elaborado dentro de la industria musical, en un 16% de los casos las trabajadoras han sido víctimas de juicios verbales ofensivos en forma de ridiculización o de críticas sexistas e incluso vejaciones o insultos; un 5,9% ha indicado que ha sufrido acoso laboral y, en un 1,49% de los casos, este ha derivado en abusos o agresión sexual.

El estudio precisa que “esta última cifra puede variar considerablemente debido a que hay mujeres que se paralizan a menudo por el miedo a las consecuencias de verbalizar una agresión”. –Efe