La Feria del Libro de Bilbao confía en igualar en su 53º edición, que acaba este domingo, las cifras alcanzadas el año pasado. Aunque todavía es pronto para hablar de números, Kepa Torrealdai, presidente de la asociación de libreros de Bizkaia y Euskadi, señala que con la pandemia los índices de lectura aumentaron y también las ventas del comercio de barrio y las visitas a las librerías. “Hubo un gran crecimiento” subraya. De hecho, en 2021, afirma, se incrementó un 20% comparado con el año anterior. “La euforia ha bajado y se está volviendo a lo de antes. Los índices de lectura han crecido con la pandemia, sobre todo entre la gente joven, aunque las ventas se han estancado hasta niveles parecidos a la época prepandémica”, asegura Torrealdai.

Las 55 casetas de El Arenal han atraído a un público de intereses cada más diversos. “Se han vendido muy bien los libros de ficción, de posesía, pero también ensayos como el último libro del paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga... Las ventas han ido bien en esta edición, parecidas a la del año pasado, que fueron buenas. El pasado fin de semana fue estupendo. También ayer sábado fue un día buenísimo y hoy, a pesar de la lluvia, también se ha acercado hasta el Arenal bastante público”.

La rentabilidad de esas ferias para los libreros y los editores está garantizada, además de por lo que supone de ingresos directos durante su celebración, también porque es el escaparate del mundo editorial que estimulará las ventas de cara al verano. En las casetas se podía encontrar prácticamente la mayoría de las numerosas novedades que han aparecido en los últimos meses en el mercado editorial.

Cada año se publican en el Estado más de 90.000 obras nuevas. Abruma mirar las mesas de novedades en las librerías, tan cambiantes, y eso que en ellas solo se avista la punta del iceberg. Por eso son tan importantes los encuentros con los escritores y escritoras en las ferias, que se convierten en un escaparate de su producción. 

Cara a cara con los escritores

Esta edición de la Feria del Libro de Bilbao ha contado con la participación de autores y autoras como Javier Cercas, Eider Rodríguez, Andoni Agirrezabala, Jesus Mari Arruabarrena, Uxue Apaolaza, Iñaki Markez, Iñaki Martínez, Dolores Redondo, Carmen Nieto, Rafael Massa, Javier Sagastiberri, Jon Arretxe, Elena Peña... 

Jon Arretxe es uno de los veteranos de esta cita, ya que lleva acudiendo a ella más de 20 años. “Disfruto mucho charlando con mis lectores y lectoras. Algunos vienen cada año, me suelo acordar de todos, cuando se me olvida una cara, me da un poco de vergüenza porque ¡qué menos que acordarme de ellos!”, confiesa el escritor que se ha convertido en uno de los más reclamados durante esta edición. El autor de Basauri acaba de publicar  Tiempos para la Lyrica, la última entrega de su detective Touré, el personaje que le acompaña desde hace 20 años. 

Este año confiesa que no he podido estar en el stand todo el tiempo que le hubiera gustado porque lo ha tenido que compaginar con la grabación de la serie de su saga literaria en el barrio de San Francisco que tiene a su detective Touré como protagonista y que se prolongará durante tres meses. “Pero, he intentando venir todo lo posible”, afirma. 

Otro veterano de la feria es también el autor bilbaino Juan Infante, que acaba de publicar El gánster de Olabeaga, la tercera entrega de su popular gánster Tomás Garrincha, ambientada también en Bilbao. Para José Francisco Alonso es su segunda feria, tras su Pisto a la bilbaina en esta ocasión ha presentado Milhojas de jamón, un nuevo caso del profesor Loizaga.

 Al final, las ferias del libro son una fiesta de los lectores, un escaparate para escritores y editores.