Hace ya muchos años que la mayoría de los consumidores hemos dejado de pensar en el coche como un artículo de lujo o que sirve para hacer ostentación de tu nivel de vida. Había una campaña publicitaria que decía que Un Porsche no se compra se alcanza pero lo que mejor define en estos momentos a un coche es la palabra utilitario

Las tablas estadísticas de compras de vehículos ponen a las claras que lo que buscamos es poder desplazarnos de un sitio a otro con la mayor seguridad posible y es en esta característica, junto con la facilidad de uso, en la que los fabricantes han centrado todos su esfuerzos. El gran avance son los denominados Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor, conocidos como ADAS (Advanced Driver Assistance Systems), un conjunto de soluciones tecnológicas que se integran en los vehículos para mejorar la seguridad no solo del conductor y pasajeros sino de las personas que van por la vía, peatones, ciclistas e incluso animales. Son capaces de intervenir de forma autónoma en el freno y acelerador, dirección, señales de la carretera, cambios de dirección, distancia con respecto a los demás vehículos… Si dejas de prestar atención a la carretera o si pierdes la consciencia por sueño, el sistema lo detectará y detendrá el vehículo de forma segura.

A la hora de pensar en tu nuevo coche olvídate de la pintura metalizada, las líneas de diseño o la marca. La introducción de los vehículos procedentes de China va a ser una realidad en este año y la competencia será brutal. No son bonitos, pero sí son buenos y baratos. Como siempre ya tendrán tiempo de mandar a China a un equipo de diseñadores italianos que trabajen en esa línea. Lo importante es que vienen cargados de todo tipo de tecnología y que su precio es más que competitivo. Quizás su mayor problema es que se han lanzado a conquistar el mercado sin una red de talleres que puedan dar los mantenimientos adecuados. Es verdad que todos estos vehículos son eléctricos, su mecánica es muy sencilla y por lo tanto tienen menores averías, pero si te toca a ti el que trae la pieza defectuosa esperas poder repararlo en el periodo de garantía sin problemas. Aquí hay una gran oportunidad para los actuales talleres que no encuentran mano de obra especializada, formar un mecánico en un coche eléctrico lleva la mitad de tiempo que los motores térmicos. Si tienes un coche con más de 10 años date una vuelta por un concesionario, es otro mundo.