Si pensamos en la literatura de viajes, es probable que a muchas personas les venga a la cabeza Julio Verne. Considerado uno de los precursores de la ciencia-ficción, el escritor francés produjo en la segunda mitad del siglo XIX “Viajes extraordinarios”, una extensa serie de novelas que relatan las increíbles aventuras de diferentes personajes por los cinco continentes. Entre ellas destacan títulos ya convertidos en clásicos de la literatura universal, como “Veinte mil leguas de viaje submarino”, “La isla misteriosa”, “Cinco semanas en globo” o “Miguel Strogoff”.

Entre el público español, sin embargo, la obra más conocida de Verne seguramente sea “La vuelta al mundo en 80 días”, en la que se basó la popular serie de televisión de los años 80 “La vuelta al mundo de Willy Fog”. En la novela, Phileas Fogg, un excéntrico gentleman británico, intenta dar la vuelta al globo en un tiempo limitado (los famosos 80 días) tras apostar la mitad de su fortuna con sus compañeros del elitista Reform Club londinense. De este modo, deja Inglaterra y pasa por Francia, Italia, Egipto, la India, Hong Kong, Japón y los Estados Unidos en trenes, barcos y hasta en elefante para lograr ganar la apuesta.

La frontera actual se encuentra en la comodidad del viaje y el ajuste de costes Pixabay

Aunque Julio Verne fuera un visionario, hace ya mucho que la tecnología nos permitió establecer nuevos récords. Sin ir más lejos, un Concorde de Air France completó una vuelta al mundo en poco más de 31 horas en 1995. La frontera actual se encuentra en la comodidad del viaje y el ajuste de costes, campos en los que la inteligencia artificial (IA) está logrando grandes avances. Como indica la consultora tecnológica LIS Data Solutions, experta en soluciones de IA, la travesía entre continentes del personaje de Verne habría sido hoy mucho más sencilla, eficiente y placentera.

Asistencia personalizada en las reservas

Para llegar a tiempo a Londres, el personaje de Verne tuvo que pagar grandes sumas de dinero por un hueco en barcos y trenes. Hoy, gracias a los asistentes virtuales con IA que ya usan las webs de viajes más populares, Fogg podría reservar pasajes fácilmente y llevar a cabo cambios en sus reservas según sus necesidades en cada momento, pudiendo también disponer de atención al cliente personalizada.

Rutas optimizadas

Desde LIS Data Solutions, que cuenta con una amplia experiencia en el sector de la logística, apuntan que los algoritmos de IA podrían analizar datos en tiempo real sobre condiciones meteorológicas, tráfico y horarios del transporte para optimizar las rutas de viaje de Fogg. Ajustando dinámicamente su itinerario según la información más reciente, el caballero londinense, un verdadero amante de la puntualidad, podría evitar los retrasos.

Traducción de idiomas

Fogg vivía en un mundo donde las barreras lingüísticas eran obstáculos significativos. En la actualidad, las herramientas de traducción instantánea con IA podrían facilitarle una comunicación mucho más sencilla en cada uno de sus destinos.

Gestión financiera

La planificación presupuestaria de Fogg, una persona muy meticulosa y de hábitos sencillos en su día a día, desempeñó un papel crucial en su aventura. La IA podría asistirlo en la gestión financiera en tiempo real, ayudándolo a rastrear gastos, identificar tendencias y realizar ajustes sobre la marcha para mantenerse dentro de su presupuesto.

Recomendaciones culturales

Herramientas como Chat GPT podrían proporcionar a Fogg información actualizada sobre costumbres locales, tradiciones y normas sociales de los lugares por los que tuviera que pasar. Además, una simple consulta bastaría para recibir recomendaciones personalizadas de experiencias y visitas, lo que haría que el gentleman inglés disfrutara mucho más del viaje.

La IA está revolucionando cómo viajamos Pixabay

Si bien la aventura de Phileas Fogg es un buen ejemplo de la determinación y la inventiva humanas, los adelantos tecnológicos podrían haberlo transformado en una experiencia mucho más agradable. Al margen del tiempo mucho menor que llevaría hoy en día dar una vuelta completa al mundo (puede hacerse en aerolíneas comerciales en menos de 60 horas), la IA está revolucionando cómo viajamos de un modo que sorprendería al mismísimo Julio Verne.