Es difícil encontrar personas que no hayan oído el nombre de Napoleón Bonaparte. Aquel pequeño oficial corso que se convirtió en emperador de Francia dejó una huella tan profunda en Europa que llega hasta nuestros días, como demuestra la recién estrenada película de Ridley Scott. Al margen de los aspectos más polémicos de su figura, de lo que no cabe duda es de que Napoleón fue un estratega brillante. Sin embargo, detrás de los sonados triunfos de su Grande Armée se encuentra un componente esencial al que rara vez se le da el protagonismo que merece: la logística.

 

Imagina el ejército francés como un coloso de más de un millón de hombres de distintas nacionalidades con caballos y pertrechos, una maquinaria imparable moviéndose a través de Europa con la precisión de un reloj suizo. ¿Cómo se logró esto? Procurando no dejar nada al azar y haciendo que cada cosa (comida, ropa, munición…) llegara a tiempo al donde tenía que llegar. Al final, independientemente de lo genial que sea un comandante, si sus soldados pasan hambre o deben ir descalzos y desarmados, la batalla estará perdida antes de comenzar. Y Napoleón supo entender esto a la perfección.

  

Logística Pixabay

Si el emperador francés encarnado por Joaquin Phoenix en la gran pantalla fuera un director de orquesta, sus generales y mariscales serían los músicos. Pero, en lugar de batutas e instrumentos musicales, llevarían mapas, inventarios y libros de cuentas. Porque la logística no va tan solo de transportar suministros, sino de números, distancias y tiempos. Cada marcha, cada avance, se convierte en una coreografía milimétrica. Por eso, cuando la música se desacompasa, todo el esfuerzo fracasa de golpe, algo que Napoleón aprendió en Rusia en el invierno de 1812. 

Incluso los estrategas más brillantes y los planes mejor trazados se enfrentan a grandes retos que pueden llevarlos al fracaso si descuidan aspectos básicos como la logística

Por supuesto, hay que tener en cuenta que en aquellos tiempos todo se calculaba a mano y a través de métodos de gestión del stock tradicionales. Esto implica una capacidad de reacción mucho menor ante circunstancias imprevistas y escenarios cambiantes y tan complicados como mover a cientos de miles de hombres y animales por la nieve. La aplicación de herramientas logísticas basadas en inteligencia artificial (IA) habría sido como darle al ejército napoleónico un mapa del tesoro.

 Como indican los expertos de la consultora tecnológica LIS Data Solutions, las soluciones avanzadas de logística permiten la predicción de demanda, la optimización de rutas y la gestión eficiente de inventario. De este modo, puede preverse una posible escasez de suministros críticos y se evitan costes innecesarios, lo que hace posible dedicar esos recursos a otras operaciones. El análisis de grandes cantidades de datos y la elaboración de modelos predictivos permite tomar decisiones mejor informadas y, como suele decirse, la información es poder.

  

Business intelligence Pixabay

Por ejemplo, si Napoleón no hubiera dedicado tantos esfuerzos a llegar a Moscú y hubiera sabido que se encontraría una ciudad vaciada de suministros, podría haber tomado decisiones estratégicas diferentes: quizá habría abandonado la campaña antes o habría avanzado hacia el campamento del príncipe Kutúzov. Sus generales también podrían haber gestionado mejor las reservas de víveres o provisto a los soldados de uniformes mejor adaptados a las temperaturas bajo cero de las llanuras rusas. De poco sirve avanzar rápidamente si después tu campaña se desmorona por no contar con el equipamiento adecuado.

 

Incluso los estrategas más brillantes y los planes mejor trazados se enfrentan a grandes retos que pueden llevarlos al fracaso si descuidan aspectos básicos como la logística. En LIS Data Solutions saben por experiencia que a la hora de dar el salto a un nuevo mercado, reestructurar un negocio o buscar una mejora de sus resultados, las herramientas de business intelligence y data science son aliados estratégicos fundamentales. Siempre será más fácil que un plan ambicioso funcione si cada paso está respaldado por datos precisos.