Las Dracónidas de 2023 llegan a los cielos en este recién estrenado mes de octubre. Concretamente, la lluvia de las dracónidas será visible en el hemisferio norte entre el 6 y el 10 de octubre, aunque su momento de máxima actividad será hacia el 8 de octubre.

Los expertos aseguran que este 2023 es un buen año para la observación de las dracónidas puesto que su momento de máxima actividad se producirá con la luna decreciendo (el novilunio tendrá lugar el 14 de octubre).La máxima actividad de la lluvia se espera que tenga lugar entre el 8 y el 9 de octubre. Durante la primera parte de la noche la Luna no habrá salido por el horizonte, por lo que la observación de las dracónidas se podrá realizar en buenas condiciones en el momento en el que su radiante alcanza su punto más elevado.

Lo más recomendable es tener una visión lo más amplia posible del cielo nocturno y alejarse de las ciudades, para evitar la máxima contaminación lumínica posible. Cabe destacar que no es necesario utilizar ningún tipo de instrumento óptico y la mejor forma de ver cualquier lluvia de estrellas es a simple vista. Lo normal es que durante de primera media hora de observación, se logre ver muy pocas estrellas fugaces. Por último, el ojo se tiene que acostumbrar a la oscuridad, así que no se agobien si no logran ver muchos meteoros al comienzo de la madrugada.

CUÁNDO SUCEDEN LAS DRACÓNIDAS

“Las dracónidas ocurren cuando la Tierra atraviesa el anillo formado por los fragmentos desprendidos del cometa 21P/Giacobini-Zinner, por lo que esta lluvia de meteoros también recibe el nombre de las giacobínidas. Cuando uno de esos fragmentos (o meteoroides) entra en contacto con la atmósfera terrestre, se calcina por la fricción con el aire creando así el resplandor luminoso que conocemos como meteoro o estrella fugaz”, subrayan desde el Instituto Geográfico Nacional.

El nombre de Dracónidas procede de que su radiante u origen se sitúa en la constelación Draco o del Dragón. Como curiosidad, cabe destacar que fue el primer cometa en ser visitado por una nave espacial, la sonda ICE/ISEE 3, el 11 de septiembre de 1985, día en el que atravesó su cola. Además, en los años 1933 y 1946 se produjeron las conocidas como tormentas meteóricas durante las Dracónidas y es que se llegaron a contar hasta 345 meteoros por minuto.