ES una leyenda viva de la cultura vasca, uno de los hombres grandes que investigó en la arqueología de los orígenes, que trabajan duro y que fue uno de los fundadores de la Euskal Biblioteka de Labayru Fundazioa. Les hablo de Ander Manterola, quien estudió los primeros tres años de Humanidades (1945-1948) en el Seminario Menor de Gaztelu-Elexabeitia y que completaría estos cursos y los de Filosofía y Teología en el Seminario de Vitoria (1945-1956) y en el de Derio (1956-57). Fue ordenado sacerdote en 1957. Recién ordenado sacerdote fue nombrado además profesor del Seminario Menor de Derio (1957-1964). En 1968 fue nombrado por la Diócesis de Bilbao preceptor del Seminario Mayor, si bien habría que decir que hasta el día de hoy su persona y su dedicación han estado vinculadas a este Seminario, de cuya biblioteca sigue siendo director.

Su figura fue recordada ayer en la Asamblea General anual de Labayru Fundazioa. En el encuentro, se dio cuenta de los proyectos más significativos realizados por la fundación diocesana a lo largo del año. El propio Ander fue director de la fundación durante mucho tiempo. Ayer, bajo el mandato del presidente de Labayru Fundazioa, Adolfo Arejita y la directora, Igone Etxebarria, le rindieron homenaje a este activista de la cultura vasca, dándole su nombre a la Euskal Biblioteka de Labayru, ceremonia que se adornó con las palabras del escritor Joseba Santxo, encargado de pronunciar el discurso del homenaje, bajo el título Betiko liburuak, liburuak betiko.

A la cita se sumaron el consejero de Cultura, Bingen Zupiria, la diputada foral Leixuri Arrizabalaga; las concejalas de Bilbao, Amaia Arregi y Kontxi Claver; el presidente de Euskaltzaindia, Andres Urrutia; Javiert Uriarte, Izaskun Uriarte; quien fuera presidente de Labayru Fundazioa, Jokin Gorozika; embajadores de otras bibliotecas vascas de peso como Jesús Zubiaga, de la Fundación Sancho el Sabio o aita Juan José Agirre y Miren Barandiaran, de los Benedictinos de Lazkao; Nora Sarasola, de BBK; Biosne Zarandona, Borja Insunza, Onintza Enbeita, Idoia Guenaga, Idoia Tolosa, Zaloa Aranzabal, Josu Amondarain Irati Etxarte; Akaitze Kamiruaga, Izaskun Agirre y José Ignacio García entre otros.

A la cita con esta reunión de doble cara tampoco faltaron Koldo Narbaiza, Lorea Bilbao, José Mari Amantes, Teresa Querejazu, Iratxe Madariaga, Josu Kaltzakorta, Pedro Mari Goikoetxea, Naiara Bikandi y un buen número de gente cercana a la lengua vasca. Labayru Fundazioa fue creada en 1977 con la finalidad de investigar, promocionar y divulgar la lengua y la cultura vascas. Desarrolla su labor en diferentes áreas, tanto en investigación como en divulgación: enseñanza, traducción, recopilación de patrimonio popular, planes de normalización del uso del euskera, etnografía, lexicografía o toponimia entre otras áreas del saber.