Los patios de colegio con solo canastas y porterías van siendo estampas del pasado. Por lo menos, en Erandio. Estos espacios de Ignacio Aldekoa y de las ikastolas Goikolanda y Altzaga (en Bekoa Ikastetxea) han finalizado los trabajos para incorporar elementos como zonas de cultivo, rocódromos, pistas de tenis de mesa o bancos y sillas para socializar mejor. Se trata, como incidió la alcaldesa, Aitziber Oliban, de transformar los patios en “lugares de juego más participativos, activos, inclusivos e igualitarios, de tal manera que se fomenten las buenas prácticas pedagógicas encaminadas a mejorar la convivencia y la integración”.
Así, por ejemplo, en la Ikastola Goikolanda, la superficie de juego infantil cuenta ahora con bancos y sillas donde poder interactuar, pintar y jugar con diferentes materiales; con un rocódromo para promover un acercamiento al deporte de la escalada y desarrollar diferentes habilidades físicas; una tabla de tenis de mesa que permite iniciarse en la actividad y disfrutar de ella; y varios elementos de juego fijos (diferentes columpios). Por otro lado, en Altzaga Ikastola se han aumentado las dotaciones existentes con columpios y zonas acolchadas; mesas con sillas y bancos donde poder relacionarse, pintar y jugar con diversas propuestas; además de rocódromo y otros elementos de juego. Por último, en Ignacio Aldekoa se ha habilitado una zona amplia de arena; varias mesas de cultivo; elementos de juegos fijos (columpios, recorridos, cubos, etc.) en los que practicar el equilibrio, la destreza psicomotriz y la movilidad; un par de casetas y/o tipis; y algunos bancos y mesas para charlar, pintar y jugar.
Si en una primera etapa se apostó por promover el uso de los patios de los colegios del municipio como lugares de ocio fuera del horario lectivo para que la población infantil, juvenil y sus familias pudieran utilizarlos para su disfrute y esparcimiento durante las tardes y los fines de semana, ahora ha llegado el turno del rediseño de esos patios por parte de las propias personas usuarias en horario lectivo para que los recreos tengan alternativas y la distribución de los espacios sea más equitativa. “En este proceso de cambio ha sido muy importante la colaboración del alumnado, de las familias, de las AMPAs y del propio centro”, valoran desde el Ayuntamiento, que también agradece el papel del Gobierno vasco a nivel material-económico y de asesoramiento.
