Todo tiene un principio y en el caso del gran crecimiento industrial que vivió Ezkerraldea en el último cuarto del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, uno de los detonantes fue la puesta en marcha y el desarrollo de la fábrica Nuestra Señora del Carmen. Hasta el próximo día 15, la Oficina de Turismo de Sestao muestra la apasionante historia de esta fábrica a través de la exposición creada por Iñaki y Jesús María Esteban Arispe y Miguel Ángel Martínez Vitores.

A través de una quincena de paneles, el espectador puede conocer toda la historia de esta emblemática fábrica que fue el embrión de Altos Hornos de Vizcaya y, con ello, del gran desarrollo industrial que vivieron especialmente Sestao y Barakaldo.

Mediante los paneles, los creadores de esta exposición ofrecen una visión muy amplia de lo que supuso la creación de la fábrica Nuestra Señora del Carmen, pero también muestran el contexto en el que nació esta factoría. Así, se explica la situación de la industria en el mundo y en Bizkaia antes de la puesta en marcha de la factoría. Ahí emerge la figura de las ferrerías que afloraron entre los siglos XII y XIX. Esas ferrerías marcaron el inicio de la siderurgia y las minas de hierro de La Arboleda no hicieron más que multiplicar la necesidad de que se creasen factorías que diesen salida a la gran cantidad de mineral de hierro que salía de esas minas. En este contexto, en otro de los paneles se muestra a la clase pudiente y empresarial de la época previa a la fundación de Nuestra Señora del Carmen, remarcando el papel de los hermanos Ybarra, quienes, finalmente, pusieron en marcha esta fábrica en el año 1855 a través de la compañía Ybarra Hermanos y Compañía. Esa fue la primera de varias plantas ligadas al mundo de la siderurgia que pusieron en marcha. En otro de los paneles que se pueden contemplar en esta muestra se puede ver información sobre uno de los elementos que hizo de Nuestra Señora del Carmen una fábrica única: el horno Chenot. Este tipo de horno fue muy poco utilizado y se puede decir que Nuestra Señora del Carmen fue de las pocas factorías, por no decir la única, que tuvo un horno de este tipo que estuvo en funcionamiento hasta el año 1871. En la muestra se puede disfrutar de diversas fotografías que muestran con detalle las instalaciones de la factoría.

La creación de esta fábrica tuvo un impacto notable en el entorno y muestra de ello es que en las inmediaciones de la fábrica se creó una escuela para que pudieran educarse los niños llegados a la zona de Desertu con motivo de la apertura de esta fábrica. Nuestra Señora del Carmen fue pionera en Bizkaia y tras ella fueron varias las fábricas siderúrgicas que se pusieron en marcha en el Territorio Histórico. La revolución industrial iba tomando velocidad y eso hacía que las evoluciones tecnológicas fuesen cada vez más rápidas. Así, en 1880, tan solo 25 años más tarde de la fundación de Nuestra Señora del Carmen, comenzó a fraguarse el proyecto de Altos Hornos de Vizcaya.

Mientras ese grandísimo proyecto se hacía realidad, Nuestra Señora del Carmen siguió modernizándose, estrenando nuevas instalaciones en el año 1882 con las que pudo incrementar de manera muy notable su producción convirtiéndose en Altos Hornos de Bilbao. Ese mismo año, se crearía la Vizcaya, mientras que la tercera pata que, posteriormente daría origen a Altos Hornos de Vizcaya, La Iberia, se fundó en 1890. Así las cosas, hasta el próximo 15 de mayo, quienes visiten la Oficina de Turismo de Sestao pueden ver lo que fue el embrión de la revolución industrial en Ezkerraldea.