Los centros de formación profesional de Euskadi serán los primeros del Estado en poner en marcha las novedades de funcionamiento que requiere la nueva ley aprobada en 2022. Esto se debe principalmente a dos razones. Por un lado, la citada ley recoge buena parte del sistema de formación profesional en vigor en Euskadi desde años atrás. Y, por otra, los centros de formación profesional de Euskadi presentan históricamente una vocación de innovación que va más allá de contar con las últimas máquinas y tecnologías en el mercado, y que se extiende a su adaptación casi inmediata a los requerimientos del mercado laboral.

La nueva FP se pondrá en marcha en Euskadi en el curso 2024-2025. Las prematrículas también se han adelantado y pueden cumplimentarse desde estos días. Sobre la actual situación de la formación profesional aportan sus puntos de vista relevantes representantes de la FP vasca en un encuentro organizado por DEIA.

Uno de ellos es Julen Elgeta, presidente de la asociación de centros de formación profesional Hetel. “Nuestra primera valoración es muy positiva porque, para su elaboración la gran referencia fue el sistema de FP vasco. Con lo cual, la mayoría de las novedades de la ley estatal las venimos aplicando desde hace tiempo”, asegura.

Javier Moratinos, director estratégico del centro Calasanz de Santurtzi, añade que “además de ser referente estatal, el de Euskadi es el modelo a seguir por la Comisión Europea; esto certifica que la trayectoria que hemos seguido en la FP de Euskadi es muy positiva, aunque queden cosas por hacer”.

Para Daniel Olaizola, director de San Jose Maristak de Durango, “las modificaciones que aporta la ley son necesarias porque los tiempos cambian y hay que reajustarse a los nuevos mercados. Nos va a suponer, sobre todo, un reto desde la perspectiva del marco de relaciones entre organizaciones, empresas y centros educativos”. Esto se debe al incremento del tiempo de presencia del alumnado en la empresa.

 

Capacidad de adaptación

Llama la atención Javier Moratinos sobre el alto “número de puestos duales que necesitamos en las empresas para que puedan salir las alumnas y alumnos”. Sugiere “la implicación de todas las partes para avanzar”.

La rapidez de adaptación del nuevo modelo de formación profesional a un cambio de tecnología o una nueva demanda de determinados perfiles es una de las ventajas que los tres expertos aprecian. “Podemos poner en marcha un módulo formativo específico en seis meses o un año”, subrayan. Un ejemplo de la flexibilidad que aporta el nuevo paradigma lo aporta Daniel Olaizola. “Para las variaciones rápidas, como la que supone ahora mismo la Inteligencia Artificial, contamos con los cursos de especialización, que es algo parecido a un máster en la formación profesional”, revela. Esto incrementa aún más la empleabilidad, que hoy en día ya es altísima. “La formación profesional es casi garantía de obtener un buen puesto de trabajo”, aseguran.

Por otro lado, tanto Elgeta como Moratinos y Olaizola tienen en alta estima el diálogo abierto que han mantenido los centros con la Viceconsejería de Formación Profesional, que ha posibilitado una comunicación muy productiva en ambos sentidos.

La formación profesional está a la vanguardia de la educación. Y Euskadi, a la vanguardia de la formación profesional.

“Para las variaciones rápidas, como la que supone ahora mismo la Inteligencia Artificial, contamos con los cursos de especialización, que es algo parecido a un máster en la formación profesional”

Daniel Olaizola - Director de San Jose Maristak de Durango

“El plazo de prematrícula en FP se ha adelantado al mes que viene, que nadie se despiste”

Julen Elgeta - Presidente de HETEL

“Además de ser referente estatal, el de Euskadi es el modelo de FP a seguir por la Comisión Europea”

Javier Moratinos - Director estratégico de Calasanz Santurtzi