Un mar de pequeñas gotas sensibles con el hábitat marino inundó Urduliz este pasado fin de semana con motivo del festival Urez Ur Fest, destinado a la conservación y divulgación del mar, promovido por el Ayuntamiento de Urduliz y organizado por la ONG Tantak. En su primera edición, el evento ha logrado congregar a más de 1.100 personas atraídas por el interés y empatía con el mar. Además, más de 350 escolares de entre 4 y 12 años han realizado talleres de educación marina durante la semana con motivo de esta iniciativa.

Unas jornadas dirigidas por biólogas marinas y educadoras que permitieron a los asistentes –adultos y escolares– disfrutar con experiencias como tocar huevos de tiburón o huesos de ballena, así como adentrarse en las profundidades y riqueza del mar Cantábrico y otros lugares remotos del planeta. A través de una visión cercana y didáctica, el público pudo comprender mejor el impacto que generan los humanos en el medio acuático, al tiempo que se presentaron soluciones para hacer del planeta un lugar mejor.

“Estamos abrumadas y emocionadas con la espectacular acogida del Urez Ur Fest. Cuando creamos Tantak éramos cuatro gotas y poco a poco estamos creando un mar de muchas pequeñas gotas sensibilizadas con la necesidad de cuidar mares y océanos. Este festival buscaba acercar el mar a la gente y la gente al mar. El hecho de haber podido comprobar que el medio marino y su gestión genera tanto interés ha sido un empujón lleno de esperanza para seguir luchando por la conservación marina”, destacan las organizadoras, que apuntan que se trata de un festival que “ha venido para quedarse”.

El festival contó con la participación de expertos, científicos y divulgadores. Tantak

Así pues, durante las jornadas celebradas en la Casa de Cultura de Urduliz, el fin de semana se ofrecieron charlas y documentales de la mano de personas expertas, científicas y divulgadoras a las que asistieron más de 250 personas. Asimismo, el público tuvo un papel importante, puesto que después de cada presentación se realizó un coloquio distendido y cercano con los protagonistas. De este modo, los espectadores pudieron conocer de primera mano expediciones de intensas experiencias y encuentros inesperados en lugares como la inhóspita Antártida o la paradisíaca Polinesia. Al mismo tiempo, descubrieron las fascinantes formas que habitan en el minúsculo plancton y las grandes ballenas que migran en el mar Cantábrico, entre otras cosas.

Por otro lado, una de las experiencias más innovadoras fue el hecho de poder bucear sin mojarse. Gracias a unas gafas de realidad virtual, 110 personas pudieron visualizar una inmersión real en el océano Atlántico. Actividad apta para todos los públicos en la que se dio prioridad a personas con necesidades especiales y a mayores de 60 años. “Es un festival que busca sensibilizar a la sociedad de la necesidad vital de cuidar mares y océanos, y para conservarlos es necesario que toda la sociedad rememos en la misma dirección. Todos debemos estar concienciados, no solo las nuevas generaciones, a las que se tiende a señalar como únicos responsables. Por eso queríamos que todo el mundo tuviera su hueco en el festival, independientemente de su edad y/o necesidad especial” destacan desde Tantak, que apuntan que “25 personas se quedaron sin poder bucear por falta de tiempo”. Todo ello acompañado por una exposición de fotografías que se puede visitar hasta este domingo.