La calidad del agua es uno de los elementos más importantes a la hora de poder disfrutar de una jornada de playa. Este próximo verano, más de 640 controles ordinarios garantizarán que se cumplen los parámetros exigibles para que los vizcainos puedan bañarse sin riesgo para su salud. Las muestras, a la que se añadirán otras de repetición u extraordinarias en caso de ser necesarias, se tomarán en 36 puntos distribuidos por todos los arenales del territorio.

Desde hace más de 30 años, la responsabilidad de la vigilancia sanitaria de las zonas de baño en Euskadi recae sobre el departamento de Salud del Gobierno vasco, más en concreto de la dirección de Salud Pública y Adicciones. Esta vigilancia se lleva a cabo a través de una recogida de muestras, que permiten controlar los parámetros obligatorios y calificar posteriormente el estado sanitario dependiendo de los resultados analíticos. Dependiendo de esa calificación de agua –excelente, buena, suficiente o insuficiente–, se recomienda o no el baño.

Cada temporada se programa un número determinado de muestras, teniendo en cuenta el número de zonas de baño y el número de puntos de muestro en cada zona. Los controles se realizan de forma semanal, incluyendo también muestreos previos.

En el caso de Bizkaia, las primeras muestras se tomarán el 26 de mayo, antes de que el 1 de junio dé comienzo de forma oficial la temporada de playas. A partir de ese momento, se realizarán al menos una semanal en cada uno de los 36 puntos establecidos para este año –aunque a lo largo del verano podría añadirse o sustituirse alguno no previsto inicialmente por otros– y que cubren todos los arenales que existen en el territorio, desde la más occidental, la de La Arena, entre Muskiz y Abanto-Zierbena, y la más oriental, la de Arrigorri, en Ondarroa. Se eligen puntos que resulten representativos de la calidad de agua y de la zona donde más bañistas acuden. El número de puntos en cada arenal varían en función de las dimensiones: en Ea y Ogeia únicamente se toma una muestra; Bakio y Ereaga tienen dos, pero en Arrieta-Atxabiribil, Gorliz y Plentzia o La Arena se recogen tres. En cada uno de ellos se tomarán 18 muestras durante los tres meses que se prolongará la temporada de playas, hasta el 30 de septiembre, un total de 648 a lo largo de todo el verano.

Las muestras se toman de forma habitual por las mañanas, a partir de las 6.45 horas, siempre que haya luz natural, en botes de al menos 100 mililitros de capacidad. Lo recomendable es hacerlo habiéndose introducido a una profundidad de al menos un metro y a 30 centímetros de la superficie, siempre que las condiciones de la mar lo permitan.

Etiquetadas y junto a un formulario en el que se incluye el estado de la playa, el estado de la mar, la temperatura o posibles incidencias que pudieran producirse durante la recogida, se trasladan posteriormente refrigeradas a la Subdirección de Salud Pública y Adicciones de Bizkaia, ubicada en el Parque Tecnológico de Derio, donde se analizan, antes de las 12.00 horas.

Eso de forma ordinaria pero, ¿qué ocurre cuando se detecta un vertido o un episodio de contaminación? En estas situaciones, se toman muestras sucesivas hasta que los parámetros que se han visto afectados, y que recomiendan no permitir el baño, se normalicen.