Se han celebrado dos de los tres actos de reconocimiento a los montañeros y montañeras que llevan 40 años federados; es decir, que han pagado anualmente la cuota, ininterrumpidamente, desde 1984. El que esto escribe lo estaba desde por lo menos 1974, pero entre los años 1984 y 1987 y el 2005, aita, que se encargaba de ello, no sé por qué no lo hizo. Mi ejemplo es el de muchos que han preguntado, ¿qué hay de lo mío? Vamos, que ¿por qué a mí no se me ha reconocido…? El día que nací, aquel 18 de agosto de 1965 en la cuna de la maternidad en Bilbao, a mis pies, tenía el carné de socio del Club Alpino Padura (Arrigorriaga) del que aita era presidente. Siempre me lo recordaba ama como curiosa anécdota que aita entró, antes de ir a conocerme, a por mi carné montañero. Por tanto, tengo tantos años y días de vida como asociado montañero que soy.

A lo que vamos, este pasado 19 de enero en el Hotel Lakua de la capital alavesa celebramos la primera entrega. Si debo calificarla con una única palabra diría “emotiva”. En Araba fueron 62 los premiados. Hizo presencia como alpinista alavés destacado Juanito Oiarzabal.

El 24 de febrero fue el segundo acto; esta vez en la capital vizcaina, en el frontón del Club Deportivo Bilbao. Se homenajeó a 170 personas. Una tarde también emotiva y bonita en el verdadero campo base del montañismo vasco. Se contó con la colaboración del himalayista Juanjo San Sebastián.

El próximo 24 de abril será Gipuzkoa la que acoja esta entrega de insignias de oro. Será en Tolosa, en el cine Leidor, y serán 260 los montañeros llamados a ponerse la insignia en la solapa de su camisa.

En Bilbao, por eso de que me toca tan cerca, muchos de los reconocidos eran amigos de aita, por tanto, disfruté viendo caras conocidas, aquellas mismas que cuando yo era un niño montañero ellos eran treintañeros. Entre los que fueron homenajeados destaco al vecino de Ugao Jesús Balda, con Norberto Fernández y Jesús Abrisketa; los tres del Baskonia MT, el último, el presidente actual. Jesús de la Fuente del COBI (Club de Orientación de Bizkaia) fue también reconocido junto a José Mari Pradera (ambos presidentes de la Bizkaina) y Baltasar Zapatero, los dos últimos del Arroletza de Burtzeña, que cumple este año su 75º aniversario. Balta fue el único nonagenario premiado y así se llevó la gran ovación de la tarde. Julio Diego del GATB (Grupo Alpino Turista Barakaldo) recogió la insignia de Luis Alejos, quien no pudo acudir, ambos extraordinarios pirineistas. Jesús Mari Olano, bilbaíno y socio del Itxinape de Orozko, junto a Carlos, su hermano gemelo, recogieron su merecida insignia. El grupo del Juventus SD fue el más numeroso en cuanto a personas reconocidas.

En ambas citas estuvo presente el director de Deportes del Gobierno vasco, Gorka Iturriaga, quien tanto en Vitoria como en Bilbao ofreció un emotivo discurso enlazando el alpinismo con los valores más fundamentales de la vida.

El presidente de EMF (Euskal Mendizale Federazioa), el amurriarra Zigor Egia, fue quien condujo los actos de tal manera que empezó y terminó agradeciendo a todos tantos años de fidelidad federativa. El vicepresidente de la Federación Vasca de Montaña, Ricardo Hernani, fue quien tuvo la idea de este homenaje que ha llevado mucho tiempo de trabajo al no estar informatizados todos los datos y haber tenido que cribar mucha documentación para conseguir saber quiénes eran los protagonistas y reconocerles su filiación de 40 años consecutiva.

Si algo me ha gustado en los dos actos organizados ha sido ver a diferentes montañeros que no se juntaban desde hace 20 o 30 años, que se habían conocido en marchas reguladas o en actos de entrega de premios de centenarios u otras convocatorias a fines del siglo pasado. Presencié varios y fue emotivo ver esos reencuentros.

Al finalizar los actos a los que sólo se podía acudir si te habían invitado, con un acompañante nada más por premiado, nos invitó EMF a un vino y a dos bocadillos por persona, uno de jamón y el otro de tortilla de patata, acertado menú montañero.