El martes pasado, Euskadi perdió al historiador alavés José Ángel Barrio Loza, toda una eminencia para quienes desde su profesión lo conocieron y trabajaron a su lado. Un ejemplo es la admiración que sentía el investigador Jon Irazabal Aguirre, de Gerediaga Elkartea y exdirector de la Durangoko Azoka: “José Ángel, maestro de los actuales historiadores, ha constituido posiblemente el personaje más interesante de nuestra historiografía contemporánea”, enfatiza a DEIA y va más allá en su análisis: “Sus investigaciones, siempre guiadas por su afán de poner nombres y apellidos a nuestra arquitectura histórica, son básicas para profundizar en nuestro pasado. Verdaderamente lo echaremos en falta”. El historiador Igor Basterretxea se suma a ese último sentimiento. “Fue nuestro profesor en Deusto y lo recuerdo como un hombre sencillo, apasionado del Arte. Un trabajador incansable”.

Pero quién fue José Ángel Barrio Loza. La docente universitaria Aiskoa Pérez ilustra que era doctor en Historia y que compaginó docencia como catedrático de la Universidad de Deusto, con su labor investigadora para diversas instituciones. Sus líneas de investigación se centraron en estudios histórico-artísticos sobre las artes figurativas de la Edad Moderna (siglos XVI-XVIII).

Publicó un buen número de libros y artículos en revistas de arte especializadas como Letras de Deusto, Ondare: cuadernos de artes plásticas y monumentales o Archivo Español de Arte. También era habitual su presencia en distintos coloquios y congresos, tanto de carácter divulgativo como científico.

Dos compañeros del finado son Alberto Santana, historiador y director del programa televisivo Una historia de Vasconia, y Juan Manuel González Cembellín, director del Museo de Arte Sacro de Bilbao. Santana, como Jon Irazabal, han sido de los primeros en reaccionar en las redes esta semana ante su valiosa pérdida humana. “Ha fallecido mi querido maestro J. A. B. L. –comprimía Santana–, después de una larga enfermedad “rara” (sin tratamiento conocido). Roto por la pena, recuerdo con infinita gratitud los bellos años de descubrimientos y aprendizaje que pasé a su lado. A su generosidad le debo casi todo lo que sé y, a su ejemplo vital, el deseo insaciable de seguir aprendiendo cada día. Goian bego”. El sábado, apostilló otras palabras emotivas. “Discreta y silenciosamente, como él quería, hemos despedido a Jose Ángel Barrio, el gran maestro de la Historia del Arte en Bizkaia. Hace pocos años, cuando aún podía utilizar las manos, dejó escritas unas instrucciones pormenorizadas sobre cómo quería irse. No deseaba que se celebrase su funeral, ni tampoco que se publicase ninguna esquela. La familia y sus discípulos más íntimos hemos respetado su voluntad. Un cálido beso a Marisa, Estíbaliz, Mikel y Aitor. Su legado es tan grande y los recuerdos compartidos son tan bellos que siempre estará con nosotros. Ez adiorik”.

Santana y Juan Manuel González Cembellín, han divulgado un texto escrito de forma conjunta sobre el nacido en Navaridas –Araba– y fallecido en Bilbao. Este tándem valora que el título de catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Deusto no hacía justicia a su labor. La razón: “Porque a él le debemos la renovación del conocimiento de nuestra historia del arte”.

Santana y Cembellín estiman que más allá de su labor como profesor, Barrio Loza fue un infatigable investigador de nuestra historia del arte. Su amplio conocimiento se aliaba con una formidable memoria visual que le permitía diferenciar formas, establecer paralelismos, identificar autorías. Todo respaldado por una incesante búsqueda del documento que le ayudaba a poner fecha y nombre a cada pieza. “Él era la referencia obligada, la autoridad máxima en la historia de las formas artísticas. Podía ubicar cada obra en su momento, en su contexto. Podía poner una fecha precisa a cualquier obra de arte realizada en el País Vasco. Podía relacionarla con un taller, con un autor, con una zona geográfica”, valoran.

Entre sus libros publicados, según información de Aiskoa Pérez, podemos encontrar obras datadas entre 1979 y 2002. Desde La arquitectura románica vizcaína a Camino de Santiago: impresiones de un simple peregrino (y es que BarrioLoza fue “el gran padre del Camino de Santiago en Bizkaia, fue quien se inventó el Camino de Santiago en los 80 en Bizkaia”, según Alberto Santana). También obras sobre la escultura manierista vasca, el patrimonio monumental de Gordexola –junto a Nieves Basurto– o retablos de Karrantza, asi como frontones de Bizkaia junto a Olatz Gobnzález Abrisketa. “Desde Gerediaga Elkartea concedimos a Barrio Loza el Premio Teja de reconocimiento del Duranguesado en 2008”, echa la vista atrás Irazabal.

Cembellín y Santana complementan que los trabajos del catedrático abarcaron todos los estilos históricos: desde el románico hasta el neoclasicismo, y todas las cronologías, desde 1200 hasta 1850. A veces se centró en una obra concreta (el palacio de Valdespina, en Ermua...), un autor (los Beaugrant...), un lugar (el patrimonio de Gordexola...). “Su producción más importante fue la de obras de conjunto, estudiando un estilo (arquitectura románica...), un campo artístico (platería antigua...), una tipología (frontones...). O una combinación de todo ello, un paseo por nuestro patrimonio histórico combinando cronologías, estilos, topologías, autores. Obras como el Catálogo Monumental de la Diócesis de Bilbao o Bizkaia. Arqueología, urbanismo y arquitectura histórica son buena muestra de ello”, agregan. “Sin estos y otros trabajos de Barrio Loza hoy no tendríamos una imagen global de nuestro patrimonio cultural”.

Los dos investigadores abundan en otra de las grandes aportaciones del fallecido, que fue “un maestro de historiadores”. A su juicio, siempre buscó rodearse de alumnos a los que enseñaba a mirar las obras de arte y a descifrar los documentos. Y, sobre todo, a los que acompañaba en el trabajo. Según explican, ante una escultura, un cuadro, una portada... desplegaba su conocimiento e impartía “clases prácticas”. Instruía a sus alumnos, los preparaba para que algún día tomaran el relevo.

“Lo suyo era un magisterio directo, desde la sencillez y la generosidad. Creó una escuela cuyos integrantes hoy se duelen por la pérdida del maestro, pero que tienen claro que casi todo lo que hoy sabemos sobre nuestro patrimonio arranca de José Ángel Barrio Loza”, redondean.