La Agencia Vasca del Agua, URA, ha constatado que durante los últimos años las aguas de la ría del Oka, en Urdaibai, vienen mejorando la situación de sus aguas. Tanto es así que ayer dieron a conocer los “notorios descensos de los niveles de nutrientes, especialmente en su parte más interna como consecuencia del cese del vertido” de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Urbieta, en Gernika-Lumo en 2021. La caída experimentada ha sido del 84% en el caso del amonio y del 76% en el de los fosfatos, llegando a alcanzar “un muy buen estado fisicoquímico en las tres estaciones de control del estuario”.

La depuradora gernikarra está conectada desde hace tres años a la Lamiaran, lo que supuso uno de los “puntos de inflexión en el saneamiento del estuario del Oka”. La infraestructura, ubicada en la zona de Urbieta, presentaba “un funcionamiento inadecuado que daba lugar en el medio acuático a concentraciones muy elevadas de amonio y fosfato y bajos valores de transparencia y oxígeno disuelto”, aseguran desde la entidad dependiente del Gobierno vasco. “Frecuentemente, en esa zona los indicadores biológicos de fitoplancton (organismos fotosintéticos que viven dispersos en el agua, eslabón de la cadena trófica) y macroinvertebrados bentónicos (organismos que habitan el fondo de los ecosistemas acuáticos) reflejaban un mal estado, lo que implicaba recurrentes incumplimientos de los objetivos ambientales en el periodo 2013-2020”, según puntualizaron.

Pues bien, la situación dio un giro copernicano en 2021 y 2022, “coincidiendo con el cese del vertido de la EDAR de Gernika”. Fue entonces cuando “los valores medios de amonio, ortofosfato, nitrato y saturación de oxígeno” comenzaron a reflejar “un muy buen estado fisicoquímico en las tres estaciones de control del estuario, y, por tanto, una manifiesta mejora de la situación y cumplimiento de los objetivos medioambientales establecidos. Los cambios más evidentes se dan en la zona interior del estuario, donde la reducción de niveles de amonio ha sido del 84% y de fosfatos del 76%”.

“La mejora de la calidad fisicoquímica de las aguas está provocando que las comunidades biológicas del estuario del Oka (fitoplancton y macroinvertebrados bentónicos) comiencen a mostrar signos de recuperación. Con la futura estabilización del buen estado fisicoquímico de las aguas es previsible una evolución favorable de estas comunidades biológicas, lo que en su conjunto permita alcanzar el buen estado ecológico del estuario del Oka”.

También han resultado destacados los esfuerzos en materia medioambiental llevados a cabo por las administraciones públicas – con el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia a la cabeza – por establecer mejoras en la gestión y las infraestructuras de saneamiento en Urdaibai.