Las obras para la construcción de la variante de Markina-Xemein, carretera que enlazará la localidad con el vecino municipio de Etxebarria salvando el centro urbano, avanzan a buen ritmo. De hecho, diversos cargos de la Diputación Foral de Bizkaia efectuaron ayer una visita a los trabajos, constatando los “evidentes” avances que ha experimentado la infraestructura viaria desde que arrancaran las obras en octubre del pasado año, “tanto en el lado de Markina-Xemein como en el de Etxebarria”. Esas mismas fuentes forales adelantaron que el proyecto, que confían en que pueda estar concluido durante el primer trimestre del año 2026 tras invertir 25,6 millones de euros para su construcción, evitará el paso de más de 2.600 vehículos por el núcleo urbano markinarra, con los positivos beneficios que ello conllevará.

Así, el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial de la Diputación Foral de Bizkaia, Imanol Pradales, calificó la futura infraestructura viaria –que conectará la carretera BI-633 con la BI-2636–, como “un proyecto necesario que ya está en marcha y que resolverá el problema de tráfico que sufre el centro urbano de Markina-Xemein, especialmente por el paso de vehículos pesados hacia los polígonos industriales de Etxebarria”. No en vano, Pradales –que ayer estuvo acompañado durante la visita por la diputada general Elixabete Etxanobe– concretó que la variante evitará el paso de 2.611 vehículos por el centro cada día, el 50% del tráfico actual. Además, muchos de esos serán camiones de gran tonelaje que suelen dirigirse a Etxebarria, municipio con un destacado volumen industrial en la comarca de Lea-Artibai. La eliminación de buena parte del tráfico por el centro urbano “se traducirá en una mejora notable de la movilidad, la seguridad, el medio ambiente y el bienestar de las y los vecinos de Markina-Xemein y Etxebarria. Y abre una gran oportunidad para la regeneración urbana de Markina-Xemein, devolviendo al municipio espacio urbano para el ocio y disfrute”, enfatizó el responsable foral.

De hecho, la localidad ya ha elaborado distintos planes para acomodarse a la nueva realidad que se avecina para el núcleo urbano y el área del Prado, corazón de la localidad y donde se concentra la mayor parte de la oferta comercial. Asimismo, tuvo que dar cabida previamente al nuevo vial en la redacción de su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

El proyecto de la variante de Markina-Xemein incluye la creación de un vial de casi un kilómetro de longitud total, cuyo diseño incorpora, además, un túnel de 335 metros “y pasos en trinchera, garantizando así un recorrido seguro y cómodo para todos los usuarios”. Con una inversión total de 25.687.629 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución estimado de 28 meses, está previsto que la nueva infraestructura pueda entrar en servicio durante el primer trimestre de 2026. Cabe resaltar que las obras arrancaron a mediados del mes de octubre del año pasado.

Diversos trámites

En la actual fase del proyecto –uno de los principales que viene ejecutando la Diputación Foral de Bizkaia en la comarca de Lea-Artibai– se han logrado “importantes avances en el lado de Markina-Xemein, incluyendo la preparación del terreno, la demolición de estructuras existentes, y la ejecución de obras preliminares de drenaje y servicios afectados”, tal y como apuntaron los responsables de la institución foral, entidad pública que ha cumplido con los trámites pertinentes –especialmente desde el punto de vista medioambiental– para poder hacer realidad esta Variante entre Markina-Xemein y Etxebarria.

El proyecto viario también contempla medidas significativas “para preservar el entorno natural” cercano. Por ejemplo, “la planificación de las obras ha tenido en cuenta las necesidades de protección del hábitat del visón europeo, una especie amenazada”. Asimismo, se están observando medidas para minimizar las molestias a las y los vecinos mientras duren los trabajos, como puede ser el uso de “una rozadora para la excavación del túnel y la limitación de horarios para el transporte de materiales a través del casco urbano” de Markina-Xemein, siendo este último uno de los condicionantes reclamados por el Consistorio para evitar riesgos a los menores que suelen desplazarse por las inmediaciones de la zona del Prado.

Los detalles

Inversión de 25,6 millones. Las obras para construir la variante de Markina-Xemein cuentan con una inversión de 25,6 millones de euros. La infraestructura viaria evitará el paso de 2.600 vehículos diarios por el centro de la localidad, “el 50% de los coches y camiones que atraviesan el municipio en la actualidad” en dirección al vecino municipio de Etxebarria.

Túnel de 355 metros. El proyecto incluye la creación de un vial de casi un kilómetro de longitud cuyo diseño incorpora un túnel de 335 metros y pasos en trinchera, “garantizando así un recorrido seguro y cómodo para todos los usuarios”, según detalló el diputado foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales.