Dos semanas después de que se hayan dado por finalizados los festejos navideños, y adentrados de pleno en el año nuevo, ha llegado la temida actualización de precios -habitual por estas fechas- para amargar la cuesta de enero. Desde que sonaron las campanadas, acciones cotidianas como comprar el pan, tomarse un café con un pintxo, comprar algún producto de bollería o pagar el peaje se han vuelto algunos céntimos más caro tras la entrada de este 2024, bajo los efectos de la inflación y de otros factores externos que, de una u otra forma, también tienen su eco en las economías domésticas. 

Esta pequeña subida en los precios en determinados productos y servicios obligará a reducir los consumos. El aumento de los precios en la hostelería -cafés, cervezas, copas...- también provocará sus particulares daños colaterales en el tiempo de ocio y en los usos y costumbres de las personas. Eso sí, quien quiera ahorrar en gasolina, esa ligera subida del precio en los peajes podría ser una ayuda indirecta. Todos estos incrementos, moderados, se deben principalmente al encarecimiento de la materia prima y elementos vitales de los negocios como lo es la luz, el transporte o el aceite en el caso del sector hostelero. 

“El incremento energético y la subida del coste de las materias primas nos obligan a subir los precios unos céntimos”, explica en este sentido el presidente de la Asociación de Hostelería de Bizkaia, Héctor Sánchez. “Lo peor fue cuando pasamos de pagar 4.500 euros de luz a 13.000 euros”, ilustra Juanma Oribe, gerente de la panadería Berteiz eta Mendiondo. Esta situación genera un debate en muchos negocios, no solo en la hostelería. ¿Cómo se sobrelleva la situación por parte de los empresarios sin repercutirlo en la cantidad a pagar por el cliente?

La subida de importes en el mes de enero es algo que sucede de forma habitual aunque, tal y como cuenta Sánchez, el sector de la hostelería no deriva ese aumento en el cliente; no en su totalidad. “Los aumentos del precio son de forma escalonada, sin que repercuta la subida del gasto en el cliente porque se podría asustar y dejar de consumir”, puntualiza en declaraciones a DEIA. 

La diferencia con otros cursos es que durante el propio año natural ya se han subido los precios sin esperar a que redoblen las campanas. “Habitualmente la subida de precios es en enero, pero el aumento de coste de la materia prima durante el año nos ha obligado a subirlo antes”, añade el responsable de la Asociación de Hostelería de Bizkaia.

Los acontecimientos que han sucedido en otras partes del mundo -que a día de hoy siguen activados- han repercutido y lo siguen haciendo de forma directa en el abastecimiento debido al encarecimiento de la materia prima. Juanma Oribe expone que ya tuvieron que realizar dos subidas de diez céntimos hace algunos años. En cambio, puntualiza que en 2022 y 2023 “no hemos realizado ninguna subida de precio”. Juanma reconoce las preguntas que le hacían sus clientes habituales. “Nos preguntaban si íbamos a subir el precio, pero decidimos mantenerlo”, indica el gerente de la panadería.

El pan -haya o no aumentado su precio de venta- es un producto básico consumido prácticamente en todos los hogares. Por eso mismo, a la hora de hacer recortes y ajustarse el cinturón en el día a día, lo primero en lo que se piensa para reducir gastos es el ocio; es decir, aquello que se consume principalmente fuera del hogar. “En vez de tomarme tres vinos me tomo uno”, señalaba Héctor a modo de ejemplo.

La campaña de Navidad, resiste

Y eso que Bilbao -junto a Palma de Mallorca- vuelve a ser por segundo año consecutivo la ciudades con el mayor aumento porcentual tanto en el tráfico exterior como en las entradas a tiendas durante la campaña de Navidad con respecto a 2022, según los datos del análisis realizado por TC Group Solutions. En concreto, la capital vizcaina experimentó un incremento del 4,9% en el tráfico peatonal y un 4,6% en las visitas a las tiendas, lo que es síntoma de que la campaña de compras de Navidad ha resistido frente a los efectos de la inflación en el bolsillo de los consumidores.

Los peajes que rodean Bizkaia también han modificado al alza sus precios tras la entrada de este 2024. Los primeros cambios se pueden contemplar en la AP-8. Para los vehículos que no sean pesados -es decir, turismos y motocicletas- a diferencia del año pasado, completar el recorrido vizcaino desde los accesos del oeste -Basauri, Irubide, Erletxe y Zornotza- se ha encarecido doce céntimos, pasando de los 4,16 euros que se pagaban durante 2023 a los 4,28 euros de la actualidad. La Variante Sur Metropolitana también ha variado sus precios con la entrada de este año para vehículos y motocicletas. Los tramos de carretera más baratos, Bilbao este-Bilbao sur y Bilbao sur-Ortuella han subido el precio en diez céntimos, pasando de los 60 a los 70. Bilbao sur-Santurtzi y Bilbao este-Ortuella han aumentado la cuantía a pagar: de 0,90 a 1,10 y 1,20 a 1,40 euros respectivamente. El tramo que ya era más caro el pasado 2023 ha aumentado en 25 céntimos, aumentando de los 1,50 que se pagaban hasta el 31 de diciembre a los 1,75 euros. 

La franja horario entre las 00.00 horas y las 06.00 horas se mantiene igual que el año pasado, siendo gratis el paso por las zonas de peaje de la Variante Sur Metropolitana entre las horas mencionadas. Además, la misma franja horaria se mantiene de manera gratuita en el peaje de los túneles de Artxanda, al igual que en la Variante Sur Metropolitana.

El cambio llega en el precio a pagar durante el resto de la jornada, siendo cinco los céntimos en los que se ha aumentado la tarifa para los turismos y las motocicletas, aumentando de 1,35 a 1,40 la cuantía a pagar por cruzar los túneles de Artxanda. La misma subida de cinco céntimos es la que han experimentado los vehículos pesados de tipo 1 y tipo 2, cuyos conductores pagarán 1,50 euros a diferencia de los 1,45 que han tenido que abonar por cruzar hasta el 31 de diciembre de 2023.

En corto

Reajuste. Empieza el año y con ello llegan los precios actualizados y la cuesta de enero. Algunos sectores se han visto obligado a subir los productos algunos céntimos para hacer frente a los costes mientras que hay comercios que optan por mantener el precio a expensas de la evolución de la materia prima durante el año. 

Cambio. Los acontecimientos que han acontecido en otras partes del mundo han repercutido de forma directa en la subida de los precios sin esperar a la subida del inicio del año por lo que cada vez es más habitual que los negocios varíen los precios dentro del año natural para hacer frente a los costes “y no trabajar con pérdidas”.

Resistencia. Por segundo año consecutivo, Bilbao y Palma de Mallorca destacan como las ciudades con el mayor aumento del tráfico exterior y las entradas a tiendas con respecto a la campaña navideña del año anterior. Bilbao experimentó un incremento del 4,9% en el tráfico peatonal y un 4,6% más en las visitas a las tiendas.