Brownie es un labrador color chocolate de poco más de dos años y es el mejor amigo de Xabier, un joven con TEA (Trastorno del Espectro Autista) de 14 años que reside en la localidad vizcaina de Bermeo. En su particular calendario, Xabier tacha con ilusión los días que le quedan para que su incondicional y fiel amigo se traslade a vivir definitivamente con su familia. No será hasta Navidad cuando ambos empiecen a caminar juntos. Pero desde hace meses llevan juntando patita y mano para, poco a poco, en los puntos de encuentro, junto con el adiestrador, poder conocerse y así entablar una relación irrompible. Desde que comprobamos la necesidad de contar con un perro de asistencia, hasta que lo vamos a tener el proceso ha sido muy lento. No hay día que mi hijo no me pregunte cuánto queda para que Brownie esté en casa. Se nos está haciendo muy largo. Nos juntamos puntualmente para que se vayan conociendo, pero no será hasta diciembre cuando el perro venga a Bermeo y conviva con nosotros en casa”, aclara Beatriz Colina, la madre de Xabier.

Imagen de ‘Browie’ de cachorro, el amigo de Xabier.

Imagen de ‘Browie’ de cachorro, el amigo de Xabier. Cedida

Brownie –se llama así porque a Xabier le encanta cocinar los brownies de chocolate– será el perro de asistencia elegido para el joven, y aunque para conseguirlo el camino recorrido está siendo también muy costoso, no tienen duda que merecerá la pena. “Yo tenía claro que mi hijo necesitaba el apoyo de un perro, porque sé que le va a ayudar a relacionarse y socializar... y sobre todo, no se va a sentir solo tal y como le sucede ahora en muchas ocasiones”, cuenta Colina.

En este proceso, que comenzó hace más de dos años –desde que la familia de Xabier vio la necesidad de contar con el apoyo de un perro para Xabier–, ha pasado por distintas fases y en estos momentos están esperando que Brownie llegue a Bermeo. En este tiempo ha sido necesario desembolsar una importante cantidad de dinero para poder costear todo lo que conlleva poder tener a Brownie. Un perro de adiestramiento ronda los 20.000 euros, una cantidad que asume la familia y que han ido abonando gracias a la ayuda de diferentes entidades.

Peluches para ayudar

A través del proyectobrownie.org las personas interesadas pueden adquirir un perro de peluche o directamente realizar una donación

Para ello, Beatriz ha puesto en marcha la campaña Échanos una pata. El objetivo de esta iniciativa es recaudar fondos para terminar de costear el adiestramiento de Brownie, el perro que ayudará a su hijo a mejorar sus relaciones personales. “Brownie ayudará a Xabier a regular sus emociones, ya que la interacción con el perro le calma mucho y le reconforta”, asegura Colina. A través del proyectobrownie.org las personas interesadas pueden adquirir un perro de peluche o directamente realizar una donación para ayudar a pagar la cantidad que queda para que el perro color de chocolate esté pronto junto a Xabier. “Va a ser bueno en todos los sentidos. Cuidar de Brownie implicará a mi hijo a establecerse rutinas, responsabilidades diarias, quitar miedos, ganar en confianza...”. Es por eso por lo que Brownie es el regalo de Navidad que cambiará la vida de Xabier. “Será beneficioso para todos y a Xabier le ayudará a estructurarle la jornada”, cuenta la amatxu. En definitiva, llenará de felicidad la vida del joven vizcaino.

El apunte

Proyecto Brownie. Cuidar de ‘Brownie’ implicará que Xabier establezca rutinas y responsabilidades diarias, lo que será especialmente beneficioso para él por estructurarle la jornada y por ayudarle en el desarrollo de habilidades de autocuidado. El coste de un perro adiestrado es de 20.000 euros, y todavía quedan pendientes 5.000. Para realizar una aportación a través de la página web proyectobrownie.org. Se puede comprar un perro de peluche o realizar un donativo.