Hace cinco años su novia le regalo un dron de juguete en Navidad y en ese momento algo despertó en su interior. Muestra de ello es que del 6 al 9 de octubre Fabio Raris será uno de los pilotos que tomará parte en el mundial de drones de carrera que se disputará en Corea. Gallego y residente en Durango desde hace un lustro, recuerda aquellos inicios en los que nunca pensó en llegar a una cita de este prestigio. “A base de investigar con vídeos de YouTube y canales de Telegram me animé a comprar piezas y monté mi primer dron. Con mucho entrenamiento he conseguido el pasaporte para el mundial. Van los mejores del mundo; el nivel será impresionante, pero tengo claro que el mero hecho de poder estar allí ya es un triunfo”, valora sobre la oportunidad de vivir esta experiencia.

Federado a nivel estatal en la categoría multi-rotores F91, para ser uno de los cuatro pilotos que participarán en el mundial, Fabio cuajó grandes actuaciones en diferentes pruebas. En ese sentido, mención especial al primer puesto en el Open Gaelicgp Bueu y la medalla de plata en el Fai World Cup Gaelicgp de Santiago de Compostela. Fue hace tres años cuando Fabio decidió comenzar a competir. Previamente dedicaba su tiempo libre al vuelo libre intentando mantener el dron en el aire. Tras mucho entrenamiento lo consiguió y decidió tomar parte en una competición. Organizada por Euskadi Dron Racing, “fue en la Euskal Encounter y me lo tomé como una toma de contacto porque poco pude hacer”, reconoce.

Tornero de profesión, para Fabio este mundo siempre ha sido un hobby. Su tiempo libre lo dedica a entrenar, montar drones y participar en las carreras. En la actualidad, se trata de un deporte minoritario y poco profesionalizado donde el respaldo de algún patrocinador, en la mayoría de los casos, no llega ni para cubrir gastos de mantenimiento. “Nadie vive de las carreras, alguno puede hacerlo por grabar vídeos, series y películas. Para acudir al mundial corro con todos los gastos; la federación nos paga el seguro de viaje y dependiendo del puesto que consigamos, nos subvenciona una parte de los gastos. Hay que quedar arriba para ello así que pinta complicado lograr ayudas”, afirma.

Uno de los principales problemas que tienen los amantes de los drones es la falta de espacios para poder entrenar. El hecho de que en Euskadi no haya ningún club de vuelo oficial complica las posibilidades de hacerlo en buenas condiciones. “Es triste que no tengamos un sitio para entrenar; nos buscamos la vida como podemos. En el antiguo velódromo de Dima hacíamos quedadas con gente de todo Euskadi, pero un ganadero se quejó y ahora no podemos hacerlo”, lamenta el piloto.

Para hacer frente a esta problemática, los simuladores se convierten en la herramienta perfecta y más empleada por todos los pilotos. Y es que desde casa, con un ordenador se pueden recrear las carreras para no perder habilidades con los vehículos aéreos. “Se asemejan a la realidad y nos ayudan muchísimo. En días de lluvia te metes en casa, no tienes que ir a la calle a montar un circuito y te pones a entrenar sin romper nada ni gastar baterías; son todo ventajas”, comenta el joven sobre sus entrenamientos.

Hoy en día son cada vez más los jóvenes los que se interesan por los drones en Durangaldea. Por este motivo, Fabio y varios amigos llevan tiempo barajando la posibilidad de crear una asociación en la villa donde poder profundizar en los conocimientos sobre el uso de drones. “Sería un punto de encuentro para compartir conocimientos. Nos gustaría darle forma a esta posibilidad porque desde el Ayuntamiento también les ha parecido una buena idea”, indica.

Con la mirada puesta en el mundial, serán 130 pilotos los que acudan a la ciudad coreana de Namwon. Hace un par de semanas, desde la organización dieron a conocer el circuito. “Es difícil replicarlo porque es enorme, pero permite hacerte una idea de lo que nos vamos a encontrar. Son circuitos relativamente sencillos, pero muy rápidos con dos rectas casi de cien metros”, repasa ilusionado y con ganas de disfrutar de la experiencia.

A la hora de marcar sus posibilidades en el mundial, asegura que es realista ya que “hay participantes que se dedican a esto y no hay nada que hacer contra ellos. Quedar entre los diez sería un sueño”, zanja Raris. l