Aunque se puede frenar el tren, llegará a su destino. El presidente de la comisión gestora de Usansolo, Juan Agustín Aizpuru, afirmó ayer jueves que la desanexión del que es técnicamente todavía barrio de Galdakao se llevará a acabo pese a los intentos del Gobierno central de hacer descarrilar la iniciativa.

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Fiesta en Usansolo tras conseguir la independencia José Mari Martínez

El Ministerio de Política Territorial ha denegado la segregación de Usansolo en un nuevo paso de lo que los promotores del proceso consideran un intento de socavar la voluntad de sus ciudadanos. Para ello, tras consultar con la Abogacía del Estado, el Ministerio rechaza la constitución de Usansolo en municipio por motivos numéricos: no llega a 5.000 habitantes. Según el último censo, el enclave cuenta con en torno a 4.600. Sin embargo, la población ha aumentado desde que se aprobó en referéndum la desanexión de Galdakao. Pero más allá de las cifras, en declaraciones a DEIA, Aizpuru argumenta que los movimientos de Madrid buscan básicamente poner obstáculos a la iniciativa.

“La abogacía del Estado no deja pasar una, pero cuando llegue el momento Usansolo será un municipio”, subrayó.

A efectos prácticos, la decisión del Ministerio de rechazar el registro del barrio como entidad municipal solo echa por tierra el intento de poner en marcha ya una gestora que haga las veces de un gobierno local y avanzar en el proyecto. “Es otro golpe, como la demanda que ha presentado la Abogacía del Estado ante la Justicia. Estamos esperando la sentencia y, sea favorable o contraria, lo más probable es que todo acabe en el Supremo porque suponemos que el Ministerio presentará recurso y nosotros no nos vamos a rendir”, añade.

De modo que según los cálculos de Aizpuru la segregación podría tardar en materializarse de cuatro a cinco años. De ahí las prisas por activar ya la gestora que ahora paraliza el Ministerio. “No soy un experto, pero lo que está haciendo el Gobierno español es lanzar torpedos contra la línea de flotación de la autonomía vasca”, censura.

Unsansolo Herria tiene dos opciones tras ser rechazado su registro como entidad municipal: presentar un recurso administrativo o plantear un conflicto jurídico. A la espera de tomar una decisión, el colectivo ha solicitado una revisión del censo, con los nuevos empadronamientos, para comprobar lo cerca que están de la frontera de los 5.000 habitantes.