La puesta de largo del coro de la agrupación de jubilados de Urduliz, Beti Lagunak, tendrá lugar este viernes por la tarde. Todo un acontecimiento para esta coral de reciente creación y que está integrada por una veintena de personas, en su mayoría mujeres. Será la primera vez que ofrecerán su repertorio al pueblo de Urduliz, por lo que la expectación es máxima. En este sentido, la actuación tendrá lugar en la plaza Antsonekoa, junto a su sede, a partir de las 19.00 horas.

Un concierto que llevan tiempo preparando, con ensayos semanales los lunes y miércoles, y que afrontan con la máxima ilusión para ofrecer a los vecinos y vecinas de la localidad un repertorio de canciones de toda la vida que cantarán en euskera y castellano. “Estamos muy ilusionados y al mismo tiempo también un poco nerviosos”, resume Paqui Morales, presidenta de la agrupación Beti Lagunak.

La afición por cantar ha sido el principal punto de unión para que este proyecto saliera adelante al amparo del hogar del jubilado de Urduliz. Un espacio en el que las personas mayores del municipio llevan a cabo diversas actividades, como jugar partidas de brisca, tute y parchís, así como lectura de libros, prensa y revistas, gimnasia y excursiones. Una gran variedad de iniciativas a las que ahora se le ha sumado la música. “Nos gusta cantar y se ha formado un gran ambiente. El grupo está muy unido y lo pasamos muy bien. Después de los ensayos solemos reunirnos en el bar del hogar del jubilado y mientras tomamos un café, seguimos cantando”, reconoce Paqui.

Una actividad musical que surgió en octubre del año pasado con el pretexto de pasar el rato y animar el tiempo libre. “Un día pusimos un cartel para que se animara la gente, pero al principio no se apuntó nadie. Sin embargo, insistimos y luego empezaron a venir nueve personas. Ahora ya están más de veinte”, reconoce Paqui. Precisamente, una de las voces del coro es Itziar Madariaga, que se muestra encantada con la iniciativa. “Nos lo pasamos fenomenal. Ninguno sabemos cantar, sólo las nociones básicas de la juventud. Hay muchas canciones que teníamos olvidadas y empezamos con el coro para recordarlas”, expone.

A este respecto, el viernes ofrecerán un repertorio con canciones como En mi viejo San Juan; Amets; Txoria Txori; Azken Dantza; La Compostelana; Xalbadorren Herio-tzean o No te vayas de Navarra, entre otras. Unas canciones que han ido perfeccionando durante estos meses gracias a los ensayos. “Han mejorado mucho”, alaba Paqui, que disfruta viéndoles cantar y es su fan número uno.

Más de 300 socios

Sobre esta línea, el hogar del jubilado de Urduliz es mucho más que un centro municipal, es casi como una segunda casa. Un espacio de encuentro donde las personas mayores pueden disfrutar de ese merecido tiempo libre tras la jubilación. Actualmente la asociación Beti Lagunak cuenta con cerca de 330 socios. “En los últimos años se ha incrementado porque damos clases de gimnasia, organizamos campeonatos de cartas y hacemos excursiones. La última ha sido a Guijuelo, donde comimos jamón hasta hartarnos”, reconoce Paqui. Además de todo ello, ahora cuentan con un espacio completamente renovado después de la reforma impulsada en el local hace un par de años por el Ayuntamiento de Urduliz. En este sentido, la intervención cambió por completo la imagen del centro y le dio un nuevo aire, diáfano y moderno. En concreto, la actuación consistió en la adquisición de nuevo mobiliario, principalmente sillas y mesas, que sustituyeron a los antiguos sofás dando una mayor sensación de amplitud, además de nuevos estores que ofrecen una gran luminosidad. Además también se pintaron las paredes y se acondicionó el espacio destinado a la biblioteca junto con otros pequeños arreglos ejecutados por medio de la brigada municipal. Asimismo, el centro también incluye una oficina para llevar a cabo las tareas administrativas de la asociación y otro espacio destinado a la asistente social municipal.