Las mujeres de Eskuz Esku Abesbatza, dinámicas y emprendedoras, se lanzan a un nuevo proyecto musical. El coro estará acompañado en este próximo reto por los miembros pequeños de esta gran familia getxotarra: Lilura Abesbatza, y lo que harán, en esta ocasión, será poner sus voces a una obra de teatro: Caballo/Dostoievski, que recala en Muxikebarri el domingo (19.00 horas, 10 euros).

Las coralistas, después de haber participado y protagonizado innovadoras iniciativas, se pasan ahora a las tablas. Uno de sus últimos grandes desafíos fue el musical, al más puro estilo americano, Juntas somos Broadway, en el que contaron con la colaboración de Biotz Alai. 120 cantantes en escena, temas de Mamma mia, Los miserables, Oliver, My Fair Lady o El fantasma de la ópera, una historia que va hilando todas las canciones... Eso fue Juntas somos Broadway. Fascinante. Pero ahora, el asunto es otro. Esta vez, Eskuz Esku acompañará vocalmente la creación escénica de Richard Sahagún llamada Caballo/Dostoievski, que narra en clave poética los estragos que produjo la heroína en los años 80. Un viaje luminoso que lleva al espectador a sumergirse en el día a día de una familia cualquiera que se cruzó con la droga en aquellos años. Richard Sahagún se centra para ello en su barrio: Otxarkoaga, con el objetivo de “homenajear a los caídos y a las familias que sufrieron”, y prevenir a los jóvenes acerca de esta droga, ya que como asegura él mismo –que es director y actor que encarna a nueve personajes en la función– “hoy en día los que no lo han vivido no están concienciados”. Nagore Landeta y Gabriela Tena son las otras actrices.

No obstante, este proyecto tiene aún más miga, como indica la presidenta del coro getxotarra, Esther Zarraga. “Este trabajo nació con motivo de los 20 años del Guggenheim, cuando se pidió a 20 artistas de todas las disciplinas que reinterpretan una obra de la colección permanente. Richard eligió el cuadro titulado España 1986, de Julian Schnabel, y realizamos una pequeña performance. Y a partir de ahí, todo evolucionó hasta convertirse en esta producción teatral. Para los coros, supone una participación muy especial, ya que lo habitual es un formato concierto y aquí tenemos una función interpretativa muy diferente con dos canciones potentes a tres voces en dos momentos de la obra en la que aparecemos en escena como animas (espíritus errantes ) que simboliza la inocencia de todos las que cayeron”, describe. Por lo tanto, será una “entrada en escena muy impactante y permaneceremos inmóviles durante la interpretación”, avanza Esther.