La novela El Intruso, que escribiera a principios del siglo XX el valenciano Vicente Blasco Ibáñez, reflejando de manera cruda y directa, despojada de oropeles, la sombría realidad que se vivía en la zona minera de Bizkaia en el último cuarto del siglo XIX, sigue siendo fuente de inspiración para los responsables del Museo de la Minería del País vasco en Abanto Zierbena. No dudan en señalarlo como una llama que alumbra la senda de la difusión de la cultura y la historia minera contenida en el ADN de la pinacoteca vasca.

El último hito en torno a la obra costumbrista de este analista social ha sido la traducción al euskera, con el título de Sarkina, de la versión en lectura fácil de la reconocida obra El Intruso, que transcurre en gran manera en Meatzaldea y Ezkerraldea, aunque también se recogen paisajes y paisanajes del Bilbao industrial. “Somos uno de los pocos museos, si no el único que ha editado una obra en lectura fácil y menos que lo haya hecho en euskera, según destacaron responsables de la asociación Lectura fácil de Euskadi”, ponía de relieve la directora del museo de Gallarta, Haizea Uribelarrea, que el próximo día 19 de mayo viajará a Valencia para entregar a los responsables de la Casa Museo Blasco Ibáñez de los ejemplares de El Intruso editados en los últimos años.

“Vamos a llevarles un ejemplar de la reedición de la obra original en castellano, y de los libros de lectura fácil en castellano, realizada en 2021 y que ya va por la segunda edición, y esta nueva publicación de lectura fácil en euskera editada este año. Es nuestra forma de agradecerles y señalarles la importancia que en nuestra misión divulgadora tienen escritores como Blasco Ibáñez que radiografiaron y dieron fe de la dureza de la vida en Meatzaldea”, reseñó Uribelarrea.

Nera Andueza (izda) se emocionó en la presentación de Sarkina. M.M.

“Llave” para aprender

Para la responsable del Museo gallartino, no cabe de duda de que a diferencia de la versión del libro de lectura fácil en castellano, cuya segunda edición va camino de agotarse gracias a su difusión en clubes de lectura fácil de todo el Estado, “al publicar en euskera hay naturalmente un menor número de lectores potenciales. Entendemos también que es un una cosa que hay que hacer para potenciar el euskera y en este caso creemos que puede tener un número bueno de lectores. Además de servir de lectura a las personas con diversidad funcional, puede ser un buen apoyo para alumnos de euskera, o euskaldunberris que tengan dificultades para afrontar lecturas más complejas”, planteó Uribelarrea. Incidió en destacar que el esquema de lectura fácil que tiene Sarkina es “una llave no sólo para que estudiantes o euskaldunberris de todas las edades mejoren su capacidad lectora en euskera sino que, al mismo tiempo, puedan acercarse al conocimiento de la historia de nuestra comarca, algo que hoy día es bastante difícil entre la juventud”, planteó.

Esta obra de lectura fácil en euskera, financiada por la fundación La Caixa al igual que la anterior versión en castellano, fue traducida por Lina Ugarte y Nerea Aizpurua. Esta última, colaboradora del club de lectura fácil de Donosti, se emocionó durante la presentación del libro, ya que como contó a los asistentes a la presentación en la cantina Peñusco de la Mendiola del Museo Minero, ella enseñó a una usuaria mayor que había nacido en Gallarta “y hablaba de las duras condiciones de vida y de trabajo de las mujeres en las minas, sobre todo limpiando el mineral, todo el día mojadas y con mucho frío”, recordó.

Sarkina forma parte también del legado que dejó el finado Iñaki Cornejo, miembro de la Fundación Museo Minero, con el objetivo de poder hacer de la pinacoteca un espacio accesible para todo tipo de público. En este sentido, Haizea Uribelarrea adelantó que el Museo está iniciando los trabajos para trasladar a lectura fácil las cartelas del museo o algunos de los textos introductorios de las salas. Otra iniciativa consiste en que esta información pueda estar accesible en Braille para las personas invidentes.