La transformación del núcleo zallarra de Aranguren con la ejecución de las obras para eliminar un kilómetro de vía y suprimir doce pasos a nivel y las actuaciones de defensa contra inundaciones han superado otro trámite administrativo. El ministerio de Transición Ecológica ha resuelto de forma favorable la declaración de impacto ambiental, aunque con todas las cautelas: advierte de la potencial presencia de especies protegidas, como el visón europeo y la nutria.

Por ello, insta a acometer las intervenciones de “despejes, desbroces, así como la tala y trasplantes de árboles” en entornos fluviales “fuera del periodo de cría de las especies más amenazadas”. Además, la Diputación Foral de Bizkaia advierte sobre la afección de ampliar el puente sobre el arroyo Maruri. Junto con el arroyo San Cristóbal, ambos afluentes del Kadagua, se encuentran en el radio de acción del en el Plan de Gestión del Visón Europeo en Bizkaia. Especie en peligro de extinción, cuya protección requiere medidas específicas, al igual que la nutria.

El documento cifra en 10.320 los metros cuadrados que se liberarán al desmantelar 1,2 kilómetros del actual trazado de la línea de cercanías que gestionan Renfe y Adif entre Bilbao y Balmaseda para transferirlo a la que une Bilbao con Santander. En el terreno desocupado “se llevará a cabo una siembra de herbáceas, previa al extendido de tierra vegetal”.

En las reuniones informativas abiertas a la ciudadanía, los vecinos expresaron su inquietud por el ruido generado por la concentración de más trenes en el mismo trazado y la creación de una nueva carretera. Sobre este aspecto, se plantean medidas correctoras, “barreras acústicas y mantas antivibratorias bajo balastro en determinadas localizaciones”. El programa de vigilancia ambiental establece “un seguimiento de la eficacia” de estas actuaciones, tanto en la fase de prueba como durante los tres primeros años”.

La declaración de impacto ambiental menciona “la proximidad de la zona de presunción arqueológica de la Casa Pinta” ya en el límite con el núcleo central de Mimetiz. En la fase de movimiento de tierras y excavaciones se realizará un control supervisado por un arqueólogo.

En definitiva, “no se prevén efectos adversos significativos sobre el medio ambiente, siempre y cuando se cumplan las medidas y prescripciones establecidas”, concluye el ministerio de Transición Ecológica.

Inversión de 31 millones

El Ayuntamiento de Zalla, la Agencia Vasca del Agua, el ministerio de Transportes y Adif suscribieron el año pasado un convenio para coordinarse en la planificación y ejecución de las obras. Supondrán en total una inversión de 31 millones de euros, suprimir una docena de pasos a nivel y “que más de mil personas dejen de vivir en zona inundable”, la que más sufre las crecidas del Kadagua.

Sin embargo, esta hoja de ruta ha suscitado opiniones encontradas. El Ayuntamiento recibió 1.289 firmas contrarias al proyecto y la petición de Zalla Bai de convocar una consulta popular. Vecinos y vecinas dejaron patente así su preocupación por el derribo de una vivienda y la construcción de un paso subterráneo que, a su juicio, podría convertirse en un punto negro para la seguridad. El Ayuntamiento respondió que se trabaja para instalar cámaras, espejos y pantallas para que el interior sea visible en todo momento. Asimismo, abrió un horario de consultas ciudadanas con el alcalde, teniente de alcalde y técnicos para recoger propuestas.