Informático de profesión, es un lector voraz desde “los 8 o 9 años, cuando empecé a devorar la colección juvenil de Los Cinco y, a partir de ahí, no he parado. Disfruto con todo tipo de géneros y siempre estoy con un libro en la mano”. Poco después, cuando cursaba 1º de ESO, tuvo que hacer un trabajo de historia “y, sin ninguna razón concreta, elegí como tema Egipto”. Fue otro gran descubrimiento para Galder Izarzugaza. “Era un mundo, hasta entonces, completamente desconocido para mí y fue como una revelación. Egipto o te atrae o te es indiferente. Y a mí me dio por el apasionamiento, por su cultura, por su manera de pensar, por sus construcciones...”. Tanto es así que, aunque no se considera un experto egiptólogo, sus conocimientos van más allá de una mera afición. “Es una civilización sobre la que me he informado mucho. He ido a charlas o congresos y también estoy haciendo cursos de escritura jeroglífica. Además, he estado dos veces allí, la última este año” y ha podido ver de cerca los tesoros arqueológicos expuestos en el Museo de El Cairo, el British Museum de Londres o el Metropolitano de Nueva York, “aunque, entre otros, me falta el Louvre de París”.

Y por si eso fuera poco, Galder ha aunado estas dos grandes aficiones -la lectura y Egipto- en cuatro novelas históricas ambientadas en la época de los primeros faraones: El nacimiento de un Rey (2017), El legado de Narmer (2018), La Regente (2021) y, la más reciente, El ocaso de Amarna (2022). “De adolescente escribí algunos relatos cortos y, más o menos, en 2014 me animé a empezar el primer libro. Me costó bastante tiempo, porque no tenía una rutina o mentalidad de escritor que me permitiese avanzar con regularidad. Las otras tres, fueron mucho más rápido”, comenta.

Desde la unificación

Su ópera prima literaria acerca al lector “al acontecimiento que marca el inicio del estado de Egipto”, explica. Y es que, antes de ser una de las grandes civilizaciones de la historia, el país bañado por el Nilo se encontraba dividido en diferentes unidades políticas, cada una de ellas dotada de su propia cultura y señas de identidad. Y fue Narmer el que, por primera vez, consiguió la unificación del Alto y del Bajo Egipto. “La llamada Paleta de Narmer relata esos hechos y, tras investigar a fondo y documentarme, cree un argumento que gira en torno al crecimiento de este rey del antiguo Egipto y en el que aparecen, también, otros personajes conocidos como el Rey Escorpión, que en algunas bibliografías aparece como padre de Narmer”.

En su segunda obra, El legado de Narmer, el autor deja de lado los 25 años de reinado del considerado primer faraón de Egipto para adentrarse en la historia de su sucesor, su hijo Aha. “Narro, sobre todo, sus primeros años en el poder, cómo tiene que hacer campañas militares para afianzar la unificación y sus esfuerzos para mantener la influencia de Egipto en la zona”. En este libro destaca, además, la figura de su esposa Neithhotep “y que yo imagino con mucho carácter y personalidad y que me gusta mucha por todo el sacrificio que hizo en favor de su familia”.

La protagonista de La Regente es Merit Neith, “esposa de un faraón y madre de un faraón, pero cuando muere su marido su hijo aún es muy joven y es ella quien tiene que coger las riendas del Estado. Y, todo indica que, tuvo que ser alguien muy importante porque fue enterrada en el mismo lugar que los reyes, con todos los privilegios de un rey, pero sin el título. Una mujer así merecía una historia”, afirma.

Y su, hasta ahora, última novela es El ocaso de Amarna. “Es el nombre moderno de la ciudad que fundaron los faraones Akenaton y Nefertiti y relato lo que ocurre hasta que los borran de la memoria con el objetivo de ocultar su legado y volver a la tradición. Aparecen personajes muy potentes como sus hijas, el general Horenheb o el visir Ay, que llegaron a ser faraones y que no querían perder su influencia ni sus privilegios. Y también me adentro en la vida y periodo de Tutankamon, hasta su muerte”.

De momento, Galder Izarzugaza se encuentra contento con la acogida que están teniendo sus libros, autopublicados a través de Amazon. “Yo no escribo por vender, yo disfruto escribiendo, creando historias, imaginando... Esa es mi mayor satisfacción. Lo que venga después, bienvenido sea”. Y lo que va a venir son más libros, porque el autor de Zeberio tiene varios proyectos en mente. “Estoy trabajando en el primer libro de una colección de siete libros sobre faraones y reinas importantes y tengo otras novelas pensadas”.