Hace 56 años, un grupo de entusiastas de Galdakao quiso demostrar que la Peña Santa Cruz era algo más que un txoko donde se jugaba a las cartas y donde el personal se reunía los viernes alrededor de unas humeantes cazuelas. Para ello, empezaron a organizar un concurso de setas a principios del mes de octubre que, con los años, fue tomando cuerpo y ganando en repercusión. Tanto que, hoy en día, Galdakao es un referente en el mundo de la micología dentro y fuera de Bizkaia y presume de que su concurso y exposición de setas es el más antiguo de todo el territorio histórico.

Y una vez más, sociedad Micológica Peña Santa Cruz se ha puesto manos a la obra para preparar, con mimo y esmero, una nueva edición del evento, tras dos años de obligada interrupción a causa de la pandemia. Y con el objetivo de afianzar una cantera de nuevos aficionados a la micología, mañana llevarán a cabo una excursión al parque de Sarria con el alumnado de los centros escolares de Galdakao.

El domingo es la jornada grande con citas arraigadas y consolidadas como el concurso gastronómico que tendrá lugar de 11.00 a 13.30 horas en los patios del colegio Gandasegi y que está abierto a escuelas de hostelería, txokos, asociaciones y particulares. Los participantes deberán realizar ante el público platos de setas que serán después valorados por un jurado de cocineros de renombre. Durante la mañana también se podrá ver una exposición fotográfica sobre la historia de las jornadas y la programación incluye, además, exposición de setas, concurso interescolar de setas, degustación popular del pintxo solidario y partidos de pelota. Todo ello en Kurtzeko Plaza y sus alrededores.

Nombres en euskera

Estas jornadas micológicas se han hecho coincidir con la presentación del libro Perretxikoen izenak euskaraz de José María Mintegi Zubiaurre que ahonda en el estrecho vínculo que tiene Galdakao con las setas y en el que el autor recoge 1.109 nombres de 176 géneros micológicos y 668 especies. Ha sido un arduo trabajo de cuatro años que ha requerido a Mintegi recabar información y documentación en 20 libros diferentes para dar forma a este detallado listado. “Los nombres en euskera de muchas setas han estado a punto de desaparecer, y si no se hubieran recuperado, el euskera y la micología hubiesen perdido mucho”, asegura. Uno de sus colaboradores ha sido el miembro de Euskaltzaindia Manu Etxebarria que destaca, sobre todo, tres valores que recoge el libro: “Por un lado, el valor micológico y su aportación al mundo de las setas; por otro, el valor etnográfico, porque ha recogido y conservado las formas que se utilizan en los pueblos para que no se pierdan; y, por último, el valor lingüístico, ya que se hace un ejercicio de dialectología como herramienta para enriquecer el euskera”.

La obra va a ser repartida por el Ayuntamiento de Galdakao entre bibliotecas, escuelas y centros para personas mayores del municipio.