Una imagen vale más que mil palabras, y la primera, es clave en un negocio para que este avance a un buen ritmo. Los comerciantes lo saben y por ello, muchos invierten un gran esfuerzo económico, y también mental, en la decoración y la disposición del espacio en sus negocios, siendo, la parte exterior uno de los puntos clave a reformar. El Ayuntamiento de Bilbao también es consciente de esto, y por ello, a través de la sociedad municipal Bilbao Ekintza, puso el año pasado un programa de ayudas económicas, con el objetivo de rehabilitar y mejorar el exterior de locales comerciales en planta baja.

Esta iniciativa se ha centrado en los barrios de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala ofreciendo ayudas que cubran el 90% del presupuesto protegible, hasta un máximo de 6.000 euros. Entre los elementos a mejorar con estas ayudas podrían ser escaparates, incluyendo mobiliario y decoración; rótulos y otros elementos exteriores; iluminación exterior de escaparates; sustitución de persianas; pequeñas obras y reformas exteriores de albañilería, carpintería y pintura; remodelación o reforma de fachada del comercio; o accesibilidad.

La fotógrafa Bego Elexpe fue una de las comerciantes que vio en estas ayudas una oportunidad de darle un lavado de cara a su negocio con el fin de sacarle más partido y llegar a más clientes. En su caso, cambio por completo la fachada del estudio ya que, originalmente contaba con un portón de taller, “nada atractivo para el cliente”. “Sí que tenía un cartel grande que ponía ‘Bego Elexpe fotografía creativa’ pero no estaba demasiado visible y el portón además no ayudaba”, relata. “Normalmente trabajo con citas y la gente venía directamente porque habíamos quedado, pero mi trabajo no pasaba de ahí por que la gente no me veía”, explica. Elexpe tenía claro que tenía que darle un vuelco a su negocio, pero no se animó hasta que salieron las ayudas de Bilbao Ekintza.

Aunque tuvo que aportar más dinero que el que le dieron desde el Ayuntamiento, ya que quería darle una vuelta total al negocio creando un ambiente muy industrial, confiesa que fue una gran ayuda con la que consiguió el estudio de sus sueños. “Ahora tengo una cristalera, un rótulo con un logotipo de una cámara de fotos y ahora la gente sí se para a mirar y pregunta”, cuenta. En este sentido, indica que ha llegado a notar que entra un 30% más de gente aunque confiesa, entre risas, que como en el logotipo pone Bego Elexpe Studio hay gente que entra preguntando para hacerse un tatuaje. “Aunque a veces dé pie a error, también es una forma de que entren y aunque no sea lo que buscan, me conocen y ya tienen una referencia de dónde encontrar a quien les haga fotos creativas”, apunta.

Otro de los negocios en aprovechar las ayudas de Bilbao Ekintza para sacar el máximo rendimiento al exterior de su negocio ha sido la librería La Ilusa. Sergio Albarrán, uno de los propietarios, confiesa que cuando conoció la oportunidad de beneficiarse estas ayudas tenía claro lo que quería hacer: sacar el máximo partido a los ventanales de su librería. Y vaya si lo hizo. Muebles y estanterías pensadas y creadas expresamente para La Ilusa llaman ahora la atención de los transeúntes. “En el escaparate principal mandamos diseñar un mueble que por la parte del escaparate fuera una escalera, y por la parte de dentro se pusieron unos bancos”, y es que La Ilusa no es una librería al uso, sino una que busca que la gente se sienta cómoda y pueda consultar los libros antes de comprarlos.

Durante la reforma, uno de sus mayores miedos era perder la luz del resto de escaparates con estanterías, sin embargo, era algo que debían poner porque si algo hay en una librería son exactamente eso, estanterías. Por ello, tras muchas vueltas, consiguieron dar con lo que necesitaban: estantes volados. “De esta manera logramos dejar pasar la luz y no perder esa luminosidad del exterior y además, así, desde fuera se puede ver lo que hay dentro”, detalla. Con los cambios, asegura que “en líneas generales hemos conseguido frenar al transeúnte y llamarle la atención, y, por supuesto, hemos notado también más gente dentro de la tienda”.