La comunidad musulmana cuenta con un nuevo espacio en el Cementerio Municipal de Bilbao destinado al enterramiento de las personas que profesan su religión. La nueva parcela multiplica con creces (por 27) el espacio que ya se dedicaba a este fin, que pasará de tener capacidad para 80 enterramientos a 2.160. Sin embargo, la gran novedad de esta iniciativa es que permitirá la inhumación de todos los musulmanes que residen en Bizkaia. La medida ha sido posible gracias a la reflexión llevada a cabo en el seno de la Mesa de Participación de la Diversidad Religiosa, un foro de diálogo entre representantes del Consistorio y diferentes confesiones religiosas. El próximo hito consistirá en habilitar un espacio de nichos osarios para la propia comunidad. 

Moulay Taibi, representante de la Mezquita Badr, ha mostrado este martes su satisfacción por el espacio que viene a solventar una demanda histórica del colectivo. “Siempre teníamos problemas cuando fallecía alguien. Llevarlo de vuelta es mucho dinero. Y hay gente que lo tiene, pero también gente que no”, ha declarado Taibi, quien ha visitado el espacio junto a otros compañeros de diferentes mezquitas. De hecho, las repatriaciones de los cuerpos a Marruecos –país del que proceden la gran mayoría de los musulmanes residentes en Bizkaia– pueden superar los 6.000 euros. “Ahora vamos a tener un espacio mucho más grande. Va a ser para nosotros, pero también para nuestros hijos, que ya son de aquí”, ha considerado.

El Cementerio de Bilbao ofrece desde 2008 una parcela adaptada para enterramientos musulmanes con capacidad para 80 inhumaciones en el que actualmente hay 49. “Los enterramientos se han venido haciendo en fosas. Pero hablando con la comunidad llegamos a un acuerdo para hacer una obra y habilitar lugares de enterramiento”, ha relatado Xabier Begoña, jefe de servicios de Bilbao Zerbitzuak, quien ha evidenciado que mientras los musulmanes solo optan por los enterramientos, cada vez son más los católicos que optan por la cremación. De hecho, el Cementerio de Bilbao inauguró en 2016 el Bosque del Recuerdo, un espacio para el vertido de las cenizas tras la cremación después de que el año anterior Bilbao Zerbitzuak registrara 1.424 incineraciones frente a 769 inhumaciones. Y esta tendencia va en aumento, lo que garantiza que no vaya a haber problemas de espacio en el Cementerio de Bilbao.

Tratándose del camposanto más grande del territorio y, en previsión de que otros municipios más pequeños puedan tener problemas de espacio, el Cementerio de Bilbao se abre a todos los musulmanes de Bizkaia. “Vamos a dejar cubierto para unos cuantos años esa necesidad”, ha apuntado Begoña, quien ha concretado que la ley exige que los cuerpos permanezcan enterrados cinco años, después se podría proceder a exhumar los restos. “Nos queda pendiente habilitar un espacio de nichos osarios para la propia comunidad, para que cuando se les saque de ahí se puedan conceder los nichos a las familias”, ha declarado.

Otro de los puntos a debatir serán las placas que se colocarán en la nueva parcela, donde ya hay cinco personas enterradas (dos de fuera de Bizkaia), según ha concretado Álvaro Pérez, concejal de Salud y Consumo. “El trabajo ha sido muy enriquecedor”, ha asegurado sobre el proceso llevado a cabo en la Mesa Religiosa. “La evolución de la composición poblacional en el municipio de Bilbao nos plantea nuevas necesidades en materia de enterramientos y de cementerios. La forma en la que queremos dar respuesta a esas necesidades no es solo atendiendo la dignidad de las personas fallecidas, sino también de sus familias”, ha aseverado Conchi Claver, concejala de Igualdad, Convivencia, Cooperación e Inmigración.