Antes de ser profeta en su tierra, Yolanda Trigueros ya despachaba sus agendas, cuadernos y álbumes de fotos por todo el Estado a través de la venta on line. Esta artesana bilbaina decidió dejarlo todo hace una década para formarse en Madrid y Barcelona con el objetivo de dedicarse en exclusiva a la encuadernación. Su apuesta fue tan acertada que actualmente ofrece talleres en Bilbao en los que traslada su mimo por el oficio a alumnos que ya están iniciando sus propios negocios. Sin embargo, no fue hasta que participó por primera vez en Gabonart, hace tres años, cuando comenzó a labrarse un nombre en la villa. “Es espectacular que la gente valore tanto la artesanía”, se congratula la artesana, cuyo puesto es uno de los 54 que forma una nueva edición de la feria navideña.

Yolanda Trigueros José Mari Martínez

Organizada por Arbaso, Asociación para el Fomento de la Artesanía Tradicional Vasca, la Feria de Navidad que estará en El Arenal bilbaino hasta el 5 de enero vuelve un año más para poner en valor la producción local. Desde su puesto, Yolanda Trigueros da fe de que el mercado cumple su objetivo. “A la gente le gusta mucho la exclusividad y agradecen los acabados y los detalles. Todas las agendas y cuadernos que hago son únicos. Se trata de hacerlo de manera especial, para que la encuadernación no sea lo clásico y el oficio no se pierda”, asegura la artesana que cuenta con un estudio de la Avenida del Ferrocarril, donde a veces recibe ayuda de una de sus alumnas, cuando tiene un volumen grande de encargos.

Para Verónica García, creadora de Terai Cosmética, Gabornart también es un escaparate sin igual. “Soy química de formación y venía del mundo de la investigación académica”, explica esta emprendedora que ahora se dedica a la cosmética natural. “Los principios fueron complejos porque una es química, pero no empresaria”, revela García, quien tuvo apoyo de Bilbao Ekintza en sus inicios para crear su empresa en 2015. Actualmente cuenta con una tienda laboratorio en Indautxu, que es donde fabrica. “Tenemos todos los productos para que una persona realice un ritual de belleza saludable”, afirma antes de enumerar limpiadores, tónicos, cremas, serums, contornos de ojo, bálsamo labial, aceites para la celulitis...

Según relata, el interés por la cosmética natural ha ido in crescendo en los últimos años. De ahí que cada vez más las empresas grandes muestren interés en comercializarse bajo este apellido. “Se debe hacer una labor de divulgación para que la gente, leyendo el etiquetado, sea capaz de distinguir lo que es bueno”, apunta esta química quien, sin embargo, está orgullosa de la clientela tan fiel que tiene. “Hay gente que conoce los productos en la feria y, después, vienen a la tienda. En el laboratorio damos la opción de rellenar los envases”, asevera.

Más artesanos

Aída Fernández José Mari Martínez

Aunque los artesanos autóctonos tengan una presencia privilegiada en la feria –30 de ellos tienen sus talleres en Bizkaia–, también hay cabida para profesionales de otras comunidades. Aída Fernández, de artesanía El Colibrí, llega desde Galicia para vender babuchas hechas con piel de vaca y lana de oveja. “No usamos absolutamente nada sintético”, revela la artesana, primeriza en Gabonart aunque con amplia experiencia en mercados de todo el norte peninsular. “Hay niños que he visto crecer en la feria medieval de Balmaseda”, apunta la artesana, quien indica que su mérito es vender babuchas prácticamente durante todo el año: “Hasta agosto vendemos más riñoneras y mochilas, pero luego la gente ya cambia el chip, como si empezara el invierno, y se venden las babuchas”.