La comida no se tira. La frase, que condensa uno de los valores grabados en el corazón –y en el estómago– de toda una generación que vivió los sinsabores de la posguerra, vuelve a cobrar vida como lema de la campaña anual del Gobierno vasco contra el despilfarro de alimentos. En este caso, interpela directamente al comercio y a la hostelería. Dos sectores que, según el ejecutivo de Lakua, son los responsables del 12 y el 26% del desperdicio en la cadena alimentaria.

"Está muy bien decir no hay que tirar comida, pero hay que indicarles cómo hacerlo", ha sentenciado este jueves la directora de Elika, Arantza Madariaga en el acto de presentación de la campaña La comida no se tira / Janaria ez da botatzen. Ha sido un evento conjunto, ya que en este Elika, el Gobierno vasco y Bilbao Dendak han anunciado la puesta en marcha de Bilbao Circular, la nueva plataforma contra el desperdicio alimentario.

De acuerdo con Madariaga, el objetivo de la campaña es "dotar a los negocios de herramientas que les ayuden a prevenir y gestionar los excedentes, siendo más sostenibles y rentables económicamente". Apela, también, a la colaboración de todo el tejido social vasco, a fin de desarrollar hábitos de consumo sostenibles que ayuden a reducir el desperdicio en los hogares.

Cocineros de referencia

Por otro lado, Madariaga ha señalado que el grueso de 'La comida no se tira' se aloja en un sitio web: lacomidanosetira.eus. "Se podrá ver también en marquesinas y en otros soportes publicitarios", ha apostillado. Para su elaboración, se ha contado con la participación de cocineros y cocineras de referencia como Edorta Lamo, del restaurante Arrea; Javi Romero, que está frente a los fogones del Ama de Tolosa, y Zuriñe García, del Hotel Puente Colgante de Portugalete. Su función es dar consejos útiles a sus compañeros y compañeras de sector para que apliquen las medidas pertinentes para poner coto al desperdicio alimentario, porque el objetivo es que ni en Bilbao ni en Euskadi se tire comida.