“Lo llevo de la mejor forma que se puede llevar”. Así responde Iratxe Rodríguez cuando se le pregunta por sus vídeos virales en Tiktok. Con la cifra de más de 77.000 seguidores y seis millones de likes, mantiene la ilusión por mostrar al mundo que no todo son pieles bonitas. Algo que las redes acostumbran a enseñar.

¿Por qué empezó a visibilizar la dermatitis en Tiktok?

A TikTok comencé subiendo vídeos normales hasta que un día publiqué un vídeo en el que se me veían las piernas. Entonces, me pusieron un comentario criticando las marcas que tenía. Contesté con un vídeo enseñando los brotes de dermatitis que tenía por el cuerpo y lo vio mucha gente. Ese día me di cuenta de que hay muchísima más gente que está en mi situación. Por ello empecé a subir más vídeos relacionados, que también tuvieron muy buena acogida.

¿Lo difundió solo en TikTok?

No, en el momento en el que subí mi primer vídeo centrándome en la dermatitis, publiqué en Instagram una foto y la gente me puso comentarios preocupándose por si me pasaba algo. Tuvo tal repercusión que me vi en la obligación de subir en otra publicación que no me pasaba nada. Tengo dermatitis atópica.

¿Cuáles fueron los primeros comentarios que recibió?

Los comentarios más típicos que tuve en un primer momento provenían de gente que quería hacerme daño. Comentarios del estilo de: “Tienes la lepra” o “Qué asco”. Ahora que los vídeos son más virales, el número de comentarios ha aumentado de forma proporcional. Hay muchos buenos y, a su vez, aunque en menor medida, negativos.

¿Cómo reaccionó ante la viralización de sus vídeos?

Mi objetivo, viendo la repercusión obtenida, se convirtió en normalizar y visibilizar lo que es la enfermedad que sufren más personas de las que realmente parece, llegando a más gente. Porque todo lo que se ve en redes sociales son caras bonitas y pieles perfectas, una realidad ficticia. Como consecuencia de esta viralización, con el paso de los días recibía mayor número de comentarios en los que me preguntaban sobre mi situación.

¿Le suele hablar mucha gente por mensaje privado?

Si, quizá por miedo a poner un comentario y que vínculos cercanos les reconozcan, deciden hablarme por mensaje privado, tanto en TikTok como en Instagram. Las primeras veces flipaba con todos los mensajes que recibía. Siempre contesto. Entre esos mensajes siempre hay personas que buscan ir un paso más allá y no se quedan contentos con dejar un comentario. Van al mensaje privado a repetirlo, pero no me van a amargar. Son personas que suelen criticar a quien sea por el simple hecho de creer que se van a sentir realizadas.

¿Cómo llevó la pandemia?

Fue en el momento en el que estábamos confinados en casa cuando me despuntaron los brotes. Pasar de estar en la calle a quedarme encerrada en casa fue la clave para que se me marcase más. Algo a lo que le acompañaron el estrés y los nervios que me generó ese momento. Después tuve una época en la que se me puso todo el cuerpo marcado, brazos y piernas, no me veía el blanco de la piel, estaba completamente roja.

¿Visita habitualmente al médico?

Desde pequeña, esto es algo que, en mayor o menor medida, me ha acompañado a lo largo de toda mi vida. Cuando me salieron los primeros brotes, el médico de cabecera me recomendó echarme las cremas que me había echado toda la vida, algo que no funcionó. Entonces tuve que decir que tenía alergias, que realmente las tenía, y me mandó al alergólogo. Ahora mismo visito al alergólogo y al dermatólogo de forma cotidiana.

¿Cuáles fueron esas alergias que le surgieron?

A los perros y a las frutas, entre otras. Notaba que al estar cerca de los perros me ponía muy mala. Al comer manzana, notaba cómo se me cerraba la garganta.

¿Son caras las cremas?

—¡Cuestan una pasta. He llegado a tener tiques superiores a 100 euros. Sí es verdad que yo hablo con personas de otros sitios y aquí no estamos tan mal. Aunque haya algunas cremas que no entran por la Seguridad Social, en otras zonas del mundo en las que viven personas con las que hablo no existen, según me dicen, las cremas que tenemos en las farmacias de aquí.

¿Y le resultan efectivas?

Me empezaron a dar tratamientos con pastillas de cortisona y antibiótico combinadas con cremas. A los pocos días se arregla, pero cuando las dejo de tomar vuelve el brote. A corto plazo sí son buenas, pero como se trata de una enfermedad que no va a desaparecer, a largo plazo previene que te salgan esos brotes siempre que me mantenga hidratada. Cuando tengo los brazos tirantes y me echo la crema me escuece un montón en un primer momento, luego ese escozor se convierte en alivio.

¿Le ha afectado en su formación profesional?

Hace poco estuve en una clínica de estética y me di cuenta de que no era lo mío. Muchas de las cremas que había ahí no me las podía echar en los tratamientos faciales, se me ponía la cara roja. Les dije a las profesoras que me iba a venir mejor un sérum calmante que hidratante. Pero es algo que sé yo porque tengo dermatitis. Si no, no lo sabría. Este es uno de los problemas, se estudia mucho para las pieles buenas y bonitas, pero no se hace para las que tienen dermatitis.

¿Cómo le influye el clima?

Cada estación tiene algo malo. En verano el sudor y el calor te irritan más la piel y hacen que te pique mucho más. Al final lo que tenemos en la piel son unas células que no están enlazadas igual que las de otra persona. Esa barrera hace que los agentes externos como el sudor te piquen más. En definitiva, el sudor es peor para aquel que tiene dermatitis. En invierno la piel se seca mucho y se pone más tirante y con mucha ropa puedes acabar sudando. l