“Están emocionados y nerviosos”. Kepa Elejoste, presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Bilbao, promete que el encuentro de chóferes del azulito será de una intensidad apabullante. Un centenar de conductores, llegados desde los cuatro puntos cardinales del Estado, se reunirán el próximo 4 de mayo en el Hotel Ilunión San Mamés para compartir algunas de las cientos de anécdotas que atesoraron durante su ejercicio al frente de los históricos microbuses. El objetivo es conmemorar el 60 aniversario de la entrada en servicio del singular medio de transporte bilbaino, del que se conserva un único vehículo en funcionamiento. Muestra del cariño con el que se recuerda a esta especie de taxi colectivo es que cada vez que lo sacan a la calle es recibido con aplausos. 

“Pensábamos que iban a respondernos alrededor de 20 o 30 personas, porque muchos conductores habrán fallecido, pero el llamamiento ha tenido un eco tremendo”, ha indicado Elejoste en la presentación del acto. Según ha relatado, la expectación por el encuentro está siendo enorme. Más de 100 chóferes –como prefiere llamarlos– han confirmado su asistencia. También han respondido a la convocatoria cinco de las siete mujeres que formaron parte de la plantilla. “Vienen de toda la geografía; de Galicia, de Cáceres, de Badajoz, de Córdoba, de Huelva...”, ha concretado el presidente de la asociación organizadora del encuentro. “Hay uno que me ha llamado, al que le acaban de quitar el esófago, para decirme que acudirá más tarde. También me ha llamado la hija de otro conductor, de 89 años, para decirme que aunque esté con andador, va a asistir. Vamos a llorar todos”, ha pronosticado.

El encuentro consistirá en un “desayuno de trabajo, trabajo de memoria” –ha matizado Kepa Elejoste–, ya que se pedirá a los conductores que cuenten las anécdotas más destacables que recuerden. Además, los ciudadanos que quieran realizar sus aportaciones podrán redactarlas en unas fichas que se repartirán en las bibliotecas municipales de Bilbao. Todas esas anécdotas, las de quienes hablen en el acto y las que se deriven por escrito, se recopilarán en Los recuerdos del Azulito, un libro compilatorio que se publicará el próximo otoño. Asimismo, durante el acto en el que estarán presentes el alcalde Juan Mari Aburto y la concejala de Movilidad, Nora Abete, se hará entrega a cada uno de los conductores de “un billete especial personalizado”, inspirado en los billetes del azulito. Mientras se celebre la jornada, la única unidad de este vehículo aún en activo estará estacionado en la explanada de la Estación Intermodal. 

EL ÚLTIMO SUPERVIVIENTE

Esta será la primera ocasión en la que se reúnen los conductores del microbús cuya última unidad superviviente fue adquirida por la Asociación de Amigos del Ferrocarril en 1994. “Somos los únicos valientes que quisimos quedarnos con el azulito, porque todos los demás fueron a la chatarra y terminaron fundidos”, ha explicado el presidente la asociación “sensible todo lo que tenga que ver con el patrimonio industrial bilbaino y vizcaino”. Por eso, ha asegurado que no dudaron en rescatar al último azulito que llevaba varios años a la intemperie. Actualmente, descansa en el Museo Aguinaga Mercedes-Benz de Barakaldo, junto con el resto de piezas que alberga. El año pasado, para conmemorar el medio siglo del azulito, participaron en la feria Retro Clásica Bilbao, donde pudieron testar la acogida del público al calificado como “vehículo histórico” desde 2016. “Arranca sonrisas y aplausos cada vez que lo sacamos a la calle, auténtica admiración. La reacción de la gente es impresionante, esto es algo inmaterial que solo ocurre con el azulito, es un caso aparte”, ha sentenciado Elejoste.

El ‘azulito’. Como una especie de híbrido entre microbús público y taxi colectivo, el ‘azulito’ recorrió las calles de Bilbao entre los años 1963 y 1989, mucho antes de la revolución que el metro permitió en la movilidad de la ciudad. Con paradas a demanda, no se permitía ir a los pasajeros de pie en su interior. Otra de las características más destacables de este medio de transporte urbano fue que incorporó a las primeras conductoras de autobuses urbanos de todo el Estado. En total fueron siete las mujeres que estuvieron al volante de uno de estos vehículos.