Las patologías coronarias asociadas a la alta exposición al ruido son, según los datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente, las causantes de 48.000 nuevos casos de cardiopatía isquémica y de 12.000 muertes prematuras cada año en Europa. Datos dados a conocer con motivo de la conmemoración mañana, 24 de abril, del Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido. El objetivo de esta jornada no es otro que alertar y concienciar a la población de los riesgos que sobre la salud de las personas tiene la exposición a altos niveles de ruido ambiental.

Entre los principales efectos nocivos del ruido ambiental están la molestia severa, los trastornos del sueño y las enfermedades coronarias. La molestia no es una patología en sí misma, pero produce en las personas que la sufren estados de ánimo de estrés y ansiedad que pueden desembocar en afecciones psíquicas y fisiológicas. Las alteraciones del sueño son los efectos más habituales, y provocan en las personas que las padecen cansancio, irritabilidad e insomnio crónico.

El ruido es además fuente de ansiedad y estrés. Las mujeres son las que sufren más problemas de estrés y ansiedad como consecuencia de los ruidos de la calle (el 39,9% frente al 30,5% de los hombres). Además, por edad, las personas de entre 35 y 49 años son las que más manifiestan estos trastornos. Además, el 29,4% tiene dificultad para concentrarse al leer o estudiar, el 27,8% tiene dificultades para dormir, el 23,9% tiene pitidos en los oídos y el 19,8% considera que cada vez oye peor por los ruidos de la calle.

Los numerosos estudios epidemiológicos realizados permiten predecir el porcentaje de personas afectadas por el ruido en un determinado entorno, que siempre es superior cuanto más elevado es el nivel sonoro al que las personas están expuestas. Basada en estas predicciones, la Organización Mundial de la Salud ha publicado unas recomendaciones de niveles sonoros máximos para mantener el número de personas afectadas en unos porcentajes bajos.

Desafortunadamente, la legislación actual es mucho más permisiva, y los límites legales, denominados Objetivos de Calidad Acústica y establecidos en el Real Decreto 1367/2007, son muy superiores a los niveles recomendados por la OMS. De hecho, el cumplimiento estricto de los Objetivos de Calidad Acústica de la legislación supondría una probabilidad de un 8% de padecer trastornos del sueño y una probabilidad de un 16% de sufrir molestia severa por el ruido. El problema es más grave dado que, en muchas ciudades, se incumplen dichos objetivos, con lo que la probabilidad de padecer estos trastornos aumenta considerablemente.