Trasplantes de médula, quimio, tratamientos... Alex Rodríguez pasó año y medio de su infancia ingresado por un cáncer al que se enfrentó con “mente positiva”. “Si piensas que todo va a salir bien, hay mayor posibilidad de que sea así”, dice este zornotzarra de 18 años que estudia electricidad y participa en la asociación para humanizar e investigar el cáncer infantil La Cuadri del Hospi.

¿Cuándo le diagnosticaron cáncer? 

Tenía ocho años y llevaba un par de semanas malo. Me diagnosticaron leucemia mieloide aguda. Es un cáncer de adultos, pero yo lo tuve de niño. 

¿Qué recuerda de aquel momento?

Cuando el médico nos lo dijo, yo no entendí nada. Vi a mi madre llorar y a mi padre mal y empecé a llorar porque notaba que era algo malo.

Sufrió la enfermedad de los 8 a los 10 años. ¿Ha tenido alguna recaída?

No. Poco a poco he ido mejorando de salud física y mental.

¿Sufre algún tipo de secuela?

Tengo menor capacidad pulmonar que los demás, me canso antes, y los ojos se me irritan bastante.

¿Cómo hace mella la enfermedad en lo que respecta a la salud mental?

Con 8 años, cuando veía que hacía buen tiempo y yo tenía que estar dentro de una habitación, lo pasaba mal y ahí empieza a cambiar un poco tu mente. Yo intentaba estar lo mejor posible o parecerlo para que mis padres no sufrieran. Eso puede hacer que ahora vea como algo normal cosas que para los demás son malas.

"Yo intentaba estar lo mejor posible o parecerlo para que mis padres no sufrieran"

¿Qué fue lo más duro del proceso?

El diagnóstico de la enfermedad y los amigos que haya podido hacer en el hospital que hayan tenido la misma enfermedad que yo y se hayan ido.

¿Cómo vive un niño esas pérdidas?

-Uno que conocí en un hospital de Madrid murió, pero no tengo recuerdos de él. Igual mi mente ha olvidado lo malo para seguir con lo positivo.

¿Qué es lo que le hacía más ilusión?

Solía estar aislado en la habitación, pero me gustaba una plastilina que traía una monitora. Con el tiempo se quedaba dura y podías crear formas.

¿Hay algún recuerdo que, a día de hoy, le siga viniendo a la cabeza?

No lo pienso mucho, pero una vez estuve ingresado en la UCI porque sufrí por la quimio una intoxicación en el cerebro, no podía mover las piernas y tuve que ir en silla de ruedas.

¿Se puede retomar la vida sin estar dándole vueltas a la enfermedad?

Aunque hayas pasado eso, puedes vivir una vida normal como cualquier otro niño que no haya tenido nada.

"Aunque hayas tenido cáncer, puedes vivir una vida normal como cualquier otro niño"

¿Qué aficiones tiene? ¿Alguna que no pueda realizar por la fatiga?

La única cosa que se me limita por el cáncer es jugar al fútbol en sitios grandes, como un campo de fútbol 11, porque tengo menor capacidad pulmonar. Al cansarme más, no puedo estar tanto tiempo corriendo, pero en campos más pequeños puedo jugar. A la gente que ha tenido alguna enfermedad siempre le animo a hacer deporte porque le va a venir bien. Yo hago calistenia, que es hacer ejercicio con el propio peso de tu cuerpo.

¿Cree que, por lo que ha vivido, es más maduro que otros jóvenes?

No. Hay gente de todo tipo, unos más maduros que otros. Yo soy como soy y a quien me conoce o a la gente nueva, si quiere saberlo, se lo cuento.

¿Qué ha aprendido de sufrir cáncer siendo un niño?

He aprendido a ver el lado bueno de la vida, aunque todo sea malo.

Como jugar con la plastilina...

Con tener un momento de alegría... Si todo es malo y tienes 30 minutos de alegría, ya es algo y puedes seguir viendo el lado positivo de la vida.

Para terminar, ¿qué mensaje lanzaría a los menores que sufren cáncer y a quienes acaban de saberlo?

Que nunca dejen de luchar, que siempre intenten sacar lo mejor que puedan de todo eso y que miren el lado positivo. Aunque todo sea malo, siempre va a haber una parte que va a ser buena y que va a ayudar a ver el lado positivo y a que la vida en el hospital se lleve lo mejor posible.