El Ministerio de Universidades no seguirá adelante con su propuesta de reforma de los planes de estudios del profesorado de Educación Primaria si no se alcanza “un mínimo consenso”, ha explicado su número dos, José Manuel Pingarrón. “Visto el revuelo que hay, desde luego esto se queda en stand by”, ha subrayado el secretario general de Universidades en alusión a las críticas de sociedades científicas y profesores de distintas disciplinas por entender que la formación prevista en esos nuevos planes de estudio eran insuficientes en áreas curriculares clave.

Universidades responde así a la solicitud de diálogo lanzada por los profesionales del sector. Las asociaciones científicas, de la lengua y las artes han pedido la revisión urgente, tras una reflexión colectiva, de estos proyectos y desde APICE manifiestan su disponibilidad para actuar como interlocutores en la elaboración de unos nuevos, “basados en una evaluación de la experiencia, identificando los aspectos a cambiar y la magnitud de estos cambios, y centrando el análisis en las necesidades reales de los maestros”.

Solución dialogada

Tras recordar que se trata de una orden ministerial que aún se encuentra en consulta pública y, por tanto, aún no es definitiva, Pingarrón ha subrayado que su ministerio no es el que hace los planes de estudio sino las universidades. “Nosotros no somos expertos sobre cuántas horas de matemáticas o ciencias sociales” deben impartirse.

En este caso, la propuesta de modificación ha venido de la Conferencia de Decanos y Decanas de las Facultades de Educación, un documento que “yo pensaba tenía el suficiente consenso”, pero al no ser así “esto no lo sacamos hasta que las facultades de educación no lleguen entre ellas a un acuerdo razonable”. “Visto el revuelo que hay, si no se da un mínimo consenso, pues no saldrá y se quedarán los planes de estudios actuales”, ha añadido el secretario general, quien ha dudado mucho de que la aprobación de los nuevos planes se aprueben antes de la próxima cita electoral del 28 de mayo.

Ha agregado que una vez acabado el plazo de alegaciones, el próximo 17 de marzo, volverán a hablar con la Conferencia de Decanos de la Facultades de Educación y ampliarán la participación a sociedades científicas, expertos y profesores, dada “la contestación importante que ha habido”. “No teníamos intención de abrir un melón de discusión gigantesca en este momento y pensábamos que el texto de la Conferencia de Decanos” de Educación contaba con el respaldo de las facultades, ha señalado el número dos del ministro Joan Subirats.