Es la ‘benjamina’ del 21-A. ¿Le asusta esa circunstancia?

—Soy una mujer joven, así es. Pero voy a hacer 36 años, no soy una cría. Me hace mucha gracia que se me coloque el adjetivo joven, pero en realidad no soy tan joven ni mi edad dista tanto de la de Pello Otxandiano, que tiene cuatro años más.

¿Se considera la ‘sorpresa’?

—No. Soy consciente de que era menos conocida antes, pero creo que nos pasa a muchos. Hay muchas caras nuevas y es positivo para la democracia, es parte de un ejercicio democrático que gente que hemos estado en otras cuestiones alejadas de la política hayamos optado por dar el salto. Me hace gracia lo de la benjamina, a ratos me molesta, porque no sé si hay una intención de algo… Pero llevo desde los 17 años trabajando. Me lo tomo con humor, es parte del juego.

No han podido construir una alianza con Podemos en Euskadi. ¿Considera que esa circunstancia les hará perder votos a ambos?

—Estamos contentas por poder llevar a las izquierdas juntas en Euskadi y en el resto del Estado. Hay que ponerlo en valor, aunque también entiendo que haya inquietud, que la he compartido, porque no hace bien al espacio. Pero creo que hay que devolver a la gente la confianza y a ellos me quiero dirigir, a esa gente que tradicionalmente ha dado el voto en clave de izquierdas, para que tengan confianza en Sumar, que es donde está el proyecto de izquierda confederal. Somos un proyecto a futuro, que ahora mismo se referencia en una vicepresidenta del Gobierno que es Yolanda Díaz, que encabeza el mejor Ministerio de Trabajo que ha habido en este país, con cinco ministerios, un montón de diputadas y diputados... E insisto, en el Estado sumamos 20 partidos, y en Euskadi, cuatro. Somos el proyecto a futuro de la izquierda confederal.

Vienen insistiendo en que serán “fundamentales” para poder desalojar al PNV. ¿Cómo?

—Las encuestas nos dicen que será muy difícil que haya mayorías absolutas. Que es buenísimo para la democracia, porque será necesario conjugar nuevas confluencias para gobernar, y en ese sentido, creo que Sumar va a ser clave en el Parlamento Vasco para que haya políticas de progreso. Sumar va ser clave para que ese famoso cambio de ciclo culmine. El PNV lleva 40 años gobernando y no tiene políticas de progreso, se han quedado sin ideas.

Han elaborado multitud de propuestas de calado social. Me gustaría ahondar en las medidas.

—Tener más y mejores servicios públicos implicará que Euskadi sea un país mejor. Quiero remarcar mucho esa idea. Es nuestro eje de campaña. y nuestro eje de razón de ser. Sumar nace para volver a la política útil que la gente note día a día. Lo hicimos con el Salario Mínimo Interprofesional, la reforma laboral... Y ahora queremos hacerlo con la bajada de la jornada laboral. No puede ser que llevemos cien años trabajando las mismas horas. Son cuestiones que están en nuestro ADN. El eje fundamental es que los servicios públicos estén al servicio de la gente.

Pero, insisto, ¿en qué se sustanciará esa apuesta estratégica?

—Primero, en sanidad. La situación de Osakidetza es dramática. Pero es que es más dramático que no se haya hecho nada estos últimos años... El PNV tiene mucho que explicar en este asunto y me resulta bastante preocupante que el señor Pradales salga haciendo afirmaciones como si no perteneciera al PNV, no viniera de la Diputación... La situación es una consecuencia de una apuesta por las privatizaciones, la temporalidad de los trabajadores, etc. Y debe reforzarse inmediatamente.

¿Y la vivienda?

—Es otra de las cuestiones que hay que atacar. Vivimos en un país en el que el precio del alquiler es inasumible. Esto no se sostiene, y no podemos ofrecer a la gente joven un proyecto de vida para que se vaya de casa de sus padres. Pero no solo a la gente joven, también a las familias con hijos e hijas, que tienen que hacer enormes esfuerzos para salir adelante. Y, desde luego, hay que topar el precio del alquiler. El Gobierno vasco tiene una Ley de Vivienda de 2015 que está metida en un cajón. Y debería haberla desarrollado, pero no lo ha hecho.

Respecto a la educación...

—Venimos de una Ley de Educación que equipara la red concertada y la pública, y nosotras pensamos que la escuela pública es la única vía para que los niños y niñas crezcan en igualdad de oportunidades. Si creemos en una sociedad diversa, cosmopolita igualitaria y cohesionada, no se entiende que se haga ese refuerzo y blindaje de la red concertada. También hablamos de los cuidados. Todos sabemos que las residencias en este país están en manos de empresas que están haciendo dinero con el negocio de los cuidados y hay que atajarlo y hablar de un sistema público de cuidados, un ámbito que está feminizado, precarizado y sostenido por las mujeres inmigrantes sin papeles en este país. Y, como quinto eje, el ecologismo: Euskadi tiene que ser vanguardia en transición energética, en reindustrialización verde y nosotras apostamos por eso. No hay otra salida.

Yolanda Díaz ha hecho varias apariciones en la campaña. Llama a abrir un nuevo futuro.

—Es nuestro lema, Euskadi berria. Reivindicamos el tiempo, que es otro de nuestros ejes programáticos, y que diría más, es una de nuestras razones de ser. No puede ser que nuestra vida sea ir a trabajar mil horas, llegar a casa reventada, poner una lavadora, hacerte un tupper para el día siguiente, bajar la basura, cuidar a las hijas e hijos... Así día sí y día también. Y como mucho ahorrar un poco para irte 15 días de vacaciones en agosto. La vida no puede resumirse a eso. Nosotras somos el espacio político que defiende el tiempo de calidad, el tiempo de vida. Estamos hablando de bajar la jornada laboral, ver a tus hijas, a tu familia o tus amigas más que a tus jefes… Hablamos de ese modelo de sociedad que se puede lograr. En ese sentido, creo que cuando Yolanda dice tiempo nuevo, es precisamente eso: ideas nuevas. Este Gobierno vasco de PNV y PSE se ha quedado sin ideas. A la vista está que llevan un montón de años haciendo lo mismo y se ve que no funciona en materia de vivienda, en sanidad pública, en educación...

Sumar no tuvo un estreno sencillo en Galicia. ¿Si se repitiese esa situación en Euskadi haría tambalear el proyecto a nivel estatal?

—No lo veo así. Tenemos recorrido y tenemos pasado y presente, no nacemos ahora. Sumar es el proyecto de la izquierda confederal. En Euskadi estamos Sumar Mugimendua, Ezker Anitza, Equo Berdeak y Más Euskadi. Cuatro partidos y todos los que formamos parte de Sumar somos gente con una amplia trayectoria en política. Es injusto decir eso, otra cosa es que las siglas Sumar se presenten por primera vez en Euskadi. Pero este espacio no nace ayer, somos gente con una trayectoria amplia. Tenemos pasado, tenemos presente y, lo más importante, tenemos futuro.

¿Cree que las visitas de Díaz en campaña, más de aportar, pueden opacar el mensaje de Sumar?

—No me preocupa. Creo que Yolanda Díaz es una política muy bien valorada en Euskadi. Cuando hablamos de la subida del SMI, la temporalidad, de contratos indefinidos… hablamos de política útil, algo que la gente ya valora. Estoy encantada de que venga, que compartamos mitin… Es un referente como política y siempre aporta su valor.

Autogobierno sí, pero para conquistar más derechos. ¿Es así?

—Somos una fuerza política vasquista, que defiende el autogobierno, lo pone en valor. Pensamos que el Estado debería ser federal plurinacional. Y, ¿que quiere decir esto? Pues más autogobierno, actualización del Estatuto de Gernika y blindar los derechos sociales en el mismo. A favor siempre, pero hay un matiz: Euskadi es una nación, claro que sí. Lo que no vale es traerte competencias para no utilizarlas, como en vivienda. El Gobierno vasco de PNV y PSE ha podido regular el mercado del alquiler por ley y no lo ha hecho. Hay que insistir en eso: claro que queremos más competencias, pero hay que usarlas.

¿A qué aspiran este 21-A?

—Aspiramos a llevar al Parlamento políticas progresistas, a tener la influencia suficiente para poder llevar políticas de progreso.