El PNV viene repitiendo insistentemente el mantra de que Euskadi se juega su futuro en las próximas elecciones del 21 de abril. En apenas seis días, “este pueblo tendrá que tomar una decisión importante: tendremos que decidir quién va a gobernar Euskadi”. Y según su candidato a lehendakari Imanol Pradales ha llegado la hora de “plantear preguntas concretas a la sociedad vasca”, según insistió ayer en Donostia en un acto junto al presidente del EBB Andoni Ortuzar y la cabeza de lista por Gipuzkoa Bakartxo Tejeria. El 21-A se confrontan dos modelos –el de los jeltzales y el de EH Bildu– y es “importante” que la sociedad “pueda conocer propuestas y comparar modelos para poder escoger”.

En lo que será en un juego de dos entre el PNV y EH Bildu para ser la primera fuerza, los jeltzales tiraron ayer de gestión para tratar de convencer a los muchos indecisos. De hecho, y tras renovar su compromiso para seguir construyendo la nueva Euskadi de bienestar, Pradales echó mano de los indicadores de calidad que superan incluso la media europea. “Estamos rozando el pleno empleo, la renta media supera los 36.000 euros, por encima de la media europea, el paro juvenil ha bajado desde el 30% al 10%, la tasa de pobreza es del 3,7%, muy por debajo de Europa, al igual que la tasa de abandono escolar, del 5% frente al 9% de la media europea”. No en vano, “Euskadi puntúa en lo más alto de Europa en percepción de calidad de gobierno, confianza institucional y capacidad para tejer acuerdos y consensos”, señaló Pradales. “Hechos y datos que desmontan otros relatos. Hoy vivimos bien. Tenemos una buena calidad de vida. Por supuesto que hay cosas que mejorar sí. Pero Euskadi es un gran país y yo estoy orgulloso de ser vasco y del país que tenemos”, citó.

El candidato del PNV quiso dejar bien claro que para llegar a esa situación de bonanza en Euskadi “no todos hemos tenido la misma actitud en este recorrido. No todos han remado por la construcción del pueblo”, tal y como rememoró. Y es que “hay quien solo ha estado en contra de todo, de cada proyecto y el progreso del país: no al Guggenheim, no al Metro, no al Topo, no al tranvía en Gasteiz, no a la ampliación de los Puertos, no a la autovía Donostia-Iruñea, no a la política industrial, no al Basque Culinary Center, no a la incineradora de Zubieta... ¿Alguien se imagina cómo sería hoy Euskadi si hubiéramos aceptado su no a todo? ¿Dónde estaríamos? Hoy siguen igual”, se cuestionó un Pradales que lamentó Euskadi haya tirado hacia delante pese a la negativa aportación de algunos al bienestar.

El PNV “quiere más”

Por su parte, el presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, vino a asegurar que Euskadi cuenta con una “muy buena calidad de vida, mal que a algunos les pese”. Ortuzar quiso profundizar en ese argumento lanzando varios datos de esa calidad de la sociedad vasca, como por ejemplo, que “hoy en Euskadi trabajan y cotizan un millón de personas, más que nunca; el paro ha bajado al 6,3% y está en las medias europeas; la industria y los servicios avanzados representan el 40%; la inversión pública en sanidad por persona, en Euskadi 3.500 euros y en Europa, 3.200; hemos multiplicado por 20 las ayudas a la juventud; en diez años hemos doblado las ayudas de emergencia social, la RGI y las prestaciones de Vivienda; y hemos traído para Euskadi 14 nuevas competencias para fortalecer nuestro autogobierno”.

No obstante, y pese a los positivos datos, “Euskadi no se conforma” y por ello pidió el voto para el PNV, “para poder seguir creciendo, para seguir garantizando el bienestar, para tirar hacia adelante como sociedad, para hacer a Euskadi más libre, más próspera y más justa”, según concluyó.