La Comisión Europea mejoró este miércoles sus previsiones para la economía española en 2024 al revisar cuatro décimas al alza el crecimiento del PIB, hasta el 2,1%, y reducir en dos décimas su estimación de déficit público, hasta el 3 % del PIB.

El Ejecutivo comunitario prevé además que la inflación baje este año una décima más de lo estimado en febrero, hasta el 3,1%, y que la deuda pública se reduzca un punto más de lo proyectado anteriormente, situándose en el 105,5 % del PIB al final del ejercicio.

Para 2025, sin embargo, Bruselas ha empeorado su previsión de crecimiento del PIB hasta el 1,9% (una décima menos que su estimación previa), así como la de inflación, que ahora sitúa en el 2,3%, dos décimas por encima de lo proyectado anteriormente.

Según el informe del Ejecutivo comunitario, la economía española volverá a ser la economía que más crezca entre las grandes de la eurozona en 2024 impulsada sobre todo por la demanda interna y la "resiliencia" del mercado de trabajo.

Previsiones eurozona

La Comisión Europea mantiene la previsión de crecimiento del 0,8% para la eurozona y eleva al 1% la del conjunto de la UE en 2024, esta última, una décima por encima de los anteriores pronósticos, aunque empeora la estimación para 2025, que baja hasta el 1,4% en el caso de la zona euro, y al 1,6% en la UE, una décima menos en ambos casos.

Las previsiones económicas de primavera publicadas este miércoles señalan que, a pesar de las dos guerras en curso en la vecindad y de las crecientes tensiones geopolíticas, la economía de la UE logró remontar un 0,3% en el primer trimestre de 2024, mientras que se mantienen las condiciones para una aceleración gradual de la actividad económica hasta 2025.

A juicio de la Comisión, este repunte en la economía comunitaria, que fue generalizada en todos los Estados miembro, marca "el final del prolongado período de estancamiento económico" que comenzó en el último trimestre de 2022.

Se espera también que la inflación general de la UE caiga del 6,4% en 2023 al 2,7% en 2024 y al 2,2% en 2025, mientras que, en la zona del euro, se prevé una reducción del 5,4% en 2023 al 2,5% en 2024 y al 2,1% en 2025.

La desinflación estará impulsada principalmente por la disminución de la presión sobre los bienes no energéticos y los alimentos, mientras que la inflación de la energía repuntará y la de los servicios sólo disminuirá gradualmente, junto con una moderación de las presiones salariales.