La ciudad de Bradenton Beach, en la estadounidense Florida, eligió a su nuevo alcalde, Bill Shearon, en un juego de cartas tras el empate “absoluto” entre dos candidatos debido al vacío legal sobre estos casos. Tras considerar alternativas como lanzar una moneda o los dados o el tradicional juego de piedra, papel o tijera, el supervisor de elecciones del condado Manatee, Mike Bennett, decidió comprar una baraja para definir la contienda electoral.
“El estado de la Florida y el estatuto para Bradenton Beach especifica que en caso de un empate absoluto se resolverá por sorteo, pero no define cuál”, explicó Bennett a la prensa. El pasado martes, cuando en Estados Unidos se celebraron elecciones locales y de legisladores estatales en algunas regiones, esta ciudad isleña, de unos 1.500 habitantes, definía en las urnas la reelección Jack Clarke.
Sin embargo, tanto el alcalde como Shearon obtuvieron cada uno 195 votos, de un total de 758 votantes registrados. El único voto por correo, que hubiera definido la contienda, fue, sin embargo, en blanco.
“Muchas veces la gente dice: Mi voto no importa”, expresó Bennett, quien aseguró que este es un ejemplo de que el sufragio de cada persona cuenta. En un tenso juego de cartas, Clarke sacó un 10 de trébol, mientras que su contendiente obtuvo un as y se convirtió así en su reemplazo en la alcaldía de Bradenton Beach, según detalló el portal GQ. La reñida contienda entre ambos políticos viene de lejos, pues Shearon fue elegido alcalde en 2013 y reemplazado por Clarke en mayo pasado en una elección especial que buscó su destitución tras denuncias de supuestas “violaciones a la ley del Estado del Sol” que nunca fueron comprobadas. El nuevo regidor ya se convirtió en noticia cuando fue elegido en 2013, ya que fue el primer alcalde ciego en Florida y también por haber ganado con apenas ocho votos más que el ahora exalcalde Clarke.
Más cerca No hay que ir tan lejos, sin embargo, para buscar casos en los que el azar ha inclinado la balanza para elegir un alcalde. Al menos cinco primeros ediles en el Estado español se eligieron a cara o cruz en las últimas elecciones municipales. Uno de ellos fue el de la localidad arratiarra de Arantzazu.
La ley electoral del Estado establece este método en caso de empate absoluto en número de votos entre dos fuerzas políticas. La alcaldía de Arantzazu se disputó entre Begoña Llano (PNV) o Igor Meñika (EH Bildu), y la suerte acabó decantándose por el segundo. La razón fue el empate en número de votos: ambos lograron 132. Los últimos cuatro años fue el PNV el partido que ostentó la alcaldía en Arantzazu, ya que en las elecciones de 2011 obtuvo 135 votos, mientras que EH Bildu recibió 122. Otros casos fueron el de la localidad catalana de Hostalets de Pierola, la población almeriense de Albánchez, el pequeño pueblo de Escopete, en Guadalajara, y el de Castronuño, en Valladolid.
La especificación del uso por ley de lanzar la moneda al aire evita que aquí las alcaldías se jueguen al mus si hay empate. Sería de órdago. - Efe/DEIA