El 70 u 80% de la diabetes no existiría sin obesidad, son palabras del presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED), Antonio Pérez, alertando al mismo tiempo que cuanto más tiempo esté expuesta una persona a este factor de riesgo, mayores probabilidades tendrá de padecer esta patología, sobre todo si tiene antecedentes familiares.

El presidente de la SED ha expresado que si la obesidad se produce en el inicio de la vida de un niño, estará “muchos años expuesto” a un factor que condiciona la predisposición a la enfermedad y, por tanto, tendrá un riesgo más elevado de padecer diabetes de adulto, así como más enfermedades cardiovasculares.

En este sentido, Pérez ha pedido “dar visibilidad” a la diabetes porque, a su juicio, la relevancia que tiene en la población general “está muy por debajo de las consecuencias de la enfermedad”, por lo que ha dicho que es necesario “trasladar que es una enfermedad grave”.

Preguntado por el abordaje de algunos avances científicos relacionados con esta enfermedad, se muestra esperanzado de que en 2023 se empiece a comercializar un fármaco con varios mecanismos de acción enfocado a conseguir “importantes pérdidas de peso”.

Sobre la inyección que ya se utiliza en algunos pacientes de diabetes tipo 1, el presidente de la SED ha explicado que actúa con hormonas gastrointestinales que ayudan a producir insulina. “No es la panacea, pero es una herramienta importante”.

Respecto a los efectos de la pandemia de Covid-19 en la enfermedad, ha manifestado que ha afectado sobre todo a la monitorización de los pacientes con diabetes tipo 2. “Durante el confinamiento, al no poder salir a la calle y no hacer actividad física, se ha contribuido al deterioro del control glucémico, a lo que se suma que muchos pacientes dejaron de acudir a los centros sanitarios”, ha indicado Perez.

Ha lamentado que las consecuencias de la Covid en pacientes con diabetes se “padecerán durante muchos años” y se traducirán principalmente en tener un peor pronóstico para las personas que han pasado por esa situación.

En cuanto a la posible bajada en los diagnósticos debido a que la gente acude menos a los centros de atención primaria, ha abundado en que algunos estudios calculan que se ha reducido en un 40% los diagnósticos, pese a que se han aumentado los factores de riesgo como la reducción del ejercicio físico o la subida de peso.

“Es de esperar que haya una bolsa de pacientes sin diagnosticar o con diagnóstico retrasado”, ha reflexionado, y ha dicho que uno de los retos principales de la sanidad pública es conseguir equidad en el tratamiento, sin diferencias de acceso a ciertos recursos entre comunidades autónomas, provincias o ciudades.