El Mar Menor sufre estos días un nuevo episodio del desastre ecológico que viene viviendo desde hace años. Hasta el momento, han llegado a las playas de la laguna casi cinco toneladas de peces muertos.

El Gobierno de Murcia ha cerrado algunas de ellas para proceder a la recogida y limpieza de los animales que están en proceso de descomposición, aunque no ha prohibido el baño como tal. Ahora cabe preguntarse si además puede entrañar algún riesgo para la salud.

La aparición de una gran bolsa anóxica sobre la superficie de la laguna ha hecho que se intensifique el fuerte olor en el agua del Mar Menor. Por lo tanto, la mayoría de vecinos y visitantes han evitado el baño, pese a no existir una recomendación explícita para no hacerlo.

Las imágenes de estos días con miles de peces muertos son impresionantes, pero de momento no se prevé que se prohíba el baño, ya que la crisis ecológica no está relacionada con la presencia de aguas fecales o vertidos químicos dañinos para la salud humana.

El causante de esta catástrofe ambiental parece ser la presencia de nutrientes que provienen de los fertilizantes de agricultura.

Visita de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, a la zona del Mar Menor esta semana. EFE

El material orgánico en descomposición no es un peligro como tal para la salud, puesto que siempre hay microorganismos en el agua. Por ello, no es recomendable lavar heridas en el agua, ya que puede aumentar el peligro de infección. El baño no supone entonces un riesgo, pero los expertos aseguran que una gran concentración de material orgánico en descomposición produce fuertes olores, lo que ya disuade de por sí a los bañistas.

Esta situación no afecta solo al medio ambiente, sino que muchos turistas han decidido hacer las maletas y marcharse a otro lugar de vacaciones ante la situación que se está viviendo y hace que muchas personas que viven del turismo marítimo se queden sin prácticamente ingresos.

Las causas del problema

La situación viene de lejos y no parece que haya una solución fácil. El principal problema es la agricultura intensiva, que vierte muchos nutrientes que terminan llegando al Mar Menor. Según afirman los expertos, se está produciendo una dulcificación del Mar Menor.

También las altas temperaturas pueden afectar negativamente a la diversidad, ya que se podría adelantar el proceso de eutrofización. Este proceso puede provocar emisiones de ácido sulfhídrico como consecuencia de la descomposición de los organismos, que si desprenden subproductos tóxicos, sí pueden ser un peligro para la salud humana.