La hidroterapia, o terapia acuática, es la utilización del agua como agente terapéutico, en cualquier forma, estado o temperatura, para la prevención y el tratamiento de enfermedades y lesiones. Habitualmente la población general no asocia esta herramienta a la disciplina de la fisioterapia, pero lo cierto es el importante papel de esta herramienta en el abordaje de las patologías musculoesqueléticas. Porque, tal y como señalan los expertos, aporta innumerables beneficios a las distintas dolencias del aparato locomotor.

Ya sea en piscinas, chorros, baños o vahos, la hidroterapia se emplea como herramienta para el tratamiento de diversos cuadros patológicos, como pueden ser traumatismos, enfermedades reumáticas, enfermedades digestivas, respiratorias o neurológicas. Los médicos destacan también la importancia de esta técnica para niños con parálisis cerebral, en donde el objetivo es ayudar a que los pacientes logren alcanzar su nivel funcional máximo de independencia.

Es importante entender que la hidroterapia es un complemento del proceso de rehabilitación, por lo que además, fuera del medio acuático también pueden emplearse más técnicas que permiten alcanzar una mejor eficacia del tratamiento.

Antes de iniciar cualquier sesión de hidroterapia, el paciente debe consultar con su médico o fisioterapeuta los tratamientos y procedimientos que se adapten mejor a la condición del paciente. Una vez establecidos se le indicará la preparación a seguir.

Las características físicas del agua hacen que movimientos que fuera de ella son impensables para muchos niños, en el agua surjan de una manera fácil. Por ello, la terapia acuática se cataloga como capaz de producir cambios significativos a nivel de tono y aprendizaje motor en los más pequeños.

Las sesiones de agua suelen durar en torno a unos 40 minutos. "Nuestras sesiones las desarrollamos bajo el concepto Halliwick, apoyándonos siempre del juego o tareas lúdicas, como cuentos motores. En los casos más graves solemos desarrollar una metodología que une terapia acuática con estimulación multisensorial, a la que hemos denominado hidroestimulación", señala Javier Durango, del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha.

La hidroterapia asimismo se puede encontrar en centros especializados como balnearios, ya que existe una oferta asistencial de hidrología otorgada por los departamentos de Salud de cada comunidad que acredita al centro para impartir esta terapia. Sin embargo, no es habitual contar con especialistas en fisioterapia en estos lugares, lo que añadiría calidad y salud profesional a sus servicios.

María Cambronero Martínez es fisioterapeuta en el Balneario de la Concepción de Albacete y, a su juicio, los balnearios con dicha acreditación deberían funcionar como las salas de rehabilitación de los centros de salud. "La rehabilitación de lesiones neurológicas, de prótesis o de adaptación a la marcha es más fácil dentro del agua. Muchos pacientes podrían ser derivados a los balnearios para su recuperación, aprovechando así dos factores: la fisioterapia y el agua mineromedicinal", concluye.